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Entrevista con Federico Marro, cocinero, consultor y viajero macrobiótico

macrobiotica entrevista

 

La macrobiótica no tiene dueños. Puede ser propiedad de hippies y alternativos o de gente con dinero y bien posicionados. La suerte es que la naturaleza no hace distinciones y los beneficios los da a unos y otros.

En mi viaje por el mundo de la macrobiótica he coincidido con personas únicas, que me han aportado conocimientos, entendimientos y formas de vivir la macrobiótica que han configurado lo que constituye hoy mis enseñanzas. Entre estas personas se encuentra Federico Marro, un italiano afincado ahora en la Costa Blanca, y que lleva a sus espaldas más de 12.120 kilómetros de ruta macrobiótica, sin contar el viaje de vuelta. Hace unos días tuve la suerte de reunirme con él y disfrutar de sus historias a lo largo y ancho del planeta. Federico contestó a las siguientes preguntas:

  1. ¿Cómo empezaste en la macrobiótica?
  2. ¿Notaste algún cambio cuando empezaste a comer de forma macrobiótica?
  3. ¿Cómo reaccionaron los de tu alrededor, familia y amigos?
  4. ¿Cómo ha sido el camino que seguiste tras ese primer contacto con la macrobiótica? ¿En qué escuelas has estado?
  5. ¿Qué es la macrobiótica para ti?
  6. ¿Hay algún profesor o consultor de macrobiótica que recuerdas en especial?
  7. A veces hablo de la macrobiótica tradicional y la macrobiótica moderna… ¿Crees que es útil hacer esa distinción?
  8. ¿Qué cambiarías de la macrobiótica?
  9. ¿Qué le dirías a alguien que simplemente quiere comer un poco más sano, perder algo de peso o tener más energía y está considerado la macrobiótica como una opción?
  10. ¿Cómo es un día normal en la vida de Federico Marro?

A continuación puedes escuchar la entrevista mantenida con él. Más abajo encontrarás información complementaria.

MACROBIÓTICA ZEN o EL ZEN MACROBIÓTICO

El zen macrobiótico es el primer libro que Federico leyó sobre macrobiótica. Su primera lectura fue casi un jeroglífico para él, pues estaba lleno de ingredientes que desconocía. Para saber más acerca del libro puedes pinchar en él y te llevará a un post escrito sobre el mismo.

CUISINE ET SANTÉ

Cuisine et Santé es una escuela de macrobiótica localizada en el sur de Francia, en un pueblecito llamado Saint Gaudens, a noventa kilómetros al sur de Toulouse. Esta escuela fue fundada por René Lévy, estudiante de George Ohsawa. Constituye el primer centro en el que Federico estudia la macrobiótica en profundidad.

ONE WORLD CAMP

One World Camp es el nombre que reciben una serie de campamentos en los que se difunden las enseñanzas macrobióticas. Se organizan en varios países como por ejemplo Inglaterra, Portugal, Italia o España. Normalmente en verano. Aparte de servir comida macrobiótica también se ofrecen charlas y actividades que promueven la salud y el bienestar. En ellos Federico conoció a la persona que le acabaría llevando a su actual centro de trabajo.

INSTITUTO MACROBIÓTICO DE PORTUGAL

El Instituto Macrobiótico de Portugal está dirigido por Francisco Varatojo, consultor macrobiótico de renombrado prestigio internacional. Profesor incansable y carismático, que participa en numerosos cursos de formación tanto en España como fuera de ella. Federico estudia en este instituto “los niveles” o formación macrobiótica oficial.

IONIA, COMUNIDAD MACROBIÓTICA EN ALASKA

Ionia es una comunidad macrobiótica en Alaska, o mejor dicho, una comunidad que busca otra forma de vivir a la convencional, en sintonía con el medio ambiente, y en esa búsqueda se utiliza la macrobiótica. Federico pasa allí una temporada como voluntario donde no sólo aprende de alimentación sino sobre una nueva forma de estar en el mundo.

SHA WELLNESS CLINIC

Sha Wellness Clinic es el lugar de trabajo de Federico Marro en el momento en que se realiza esta entrevista. Sha es una clínica del bienestar ubicada cerca de Altea, donde se utilizan algunos de los principios de la macrobiótica como base para diseñar un tipo de nutrición saludable, alejada de las versiones antiguas y poco flexibles, y acercándola a un estilo más mediterráneo y gourmet.

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¡Nuevo libro! 100 preguntas sobre macrobiótica

macrobiotica moderna mario lopez

Me complace el presentaros el nuevo libro que, gracias a la colaboración de muchos de los lectores de Macrobiótica Mediterránea, ha visto la luz recientemente.

Las 100 preguntas y sus respuestas os permitirán configurar el concepto de esa nueva macrobiótica a la que he llamado macrobiótica moderna.

En este sentido la macrobiótica moderna consistiría en un sistema que utiliza la alimentación y el estilo de vida como principales herramientas para obtener salud y bienestar, teniendo en cuenta factores como el lugar donde se vive (clima y cultura), la constitución corporal, el estado de salud o la estación en la que nos encontramos. Disminuye la influencia de lo oriental, prevaleciente en la macrobiótica tradicional,  y aumenta la influencia de la ciencia de la nutrición, el efecto energético de los alimentos y las prácticas de los pueblos más longevos del planeta.

En las siguientes líneas os transcribo 3 preguntas que encontraréis en su interior como ejemplo de su estilo:

Pregunta 27:

HE OÍDO QUE SEGÚN LA DIETA MACROBIÓTICA NO SE PUEDE COMER FRUTA. ¿ES ESO CIERTO?

Se recomienda no comer frutas cuando estas no favorecen la adaptación al entorno. Las personas nos adaptamos porque comemos aquello que se cultiva en nuestra zona. Por poner un ejemplo extremo, un esquimal se moriría pronto comiendo frutas y verduras. ¿Qué hay en el Polo Norte? Animales. Por tanto, alimentarse de eso que existe de forma natural en un lugar sería favorecer nuestra adaptación al mismo. Lo que ocurre con las frutas es que existe un mercado donde aquí tenemos frutas de allí. Existen multitud de frutas tropicales (kiwi, piña, mango, etc.) que nacen en el trópico y son adecuadas para vivir allí, pero no para un clima templado como el mediterráneo (aunque en España por estar en el borde se podrían hacer excepciones, sobre todo en verano). Además, hoy en día cogen las frutas verdes y se utilizan productos químicos en su cultivo, lo que le resta calidad al alimento. También se argumenta que la fruta acidifica el organismo, pero según Christopher Vasey, en La importancia del equilibrio ácido-básico, la fruta es un alimento ácido pero cuyo efecto en la mayoría de las personas es el de alcalinizar, por tanto el que la fruta acidifique el organismo podríamos calificarlo como “mito macrobiótico”.

De todas formas, yo recomendaría mantener la fruta en nuestra dieta. En numerosos estudios se destaca el efecto positivo de su consumo. Trata de tomar aquella que aparece en el terreno de forma natural (no importada), que se coge madura y que no se trata con pesticidas.

Pregunta 33:

¿PUEDO TENER CARENCIAS AL DEJAR DE COMER CARNE Y PESCADO?

No tiene por qué, ya que los nutrientes que contienen la carne y el pescado también aparecen en otros alimentos de origen vegetal (excepto la vitamina B12).

Aun así, mi experiencia me dice que mucha gente cuando deja de comer carne experimenta lo siguiente:

  • Descenso del nivel energía
  • Pérdida de peso
  • Carácter más suave, a veces con pérdida de la capacidad para ser disciplinado

Estos síntomas indican carencias en algún u otro sentido. ¿A qué se deben? Creo que puede deberse a las sientes razones

1. ALIMENTACIÓN BASADA EN PLANTAS CON CARENCIAS

Seguir una alimentación basada en plantas no significa dejar de comer carne y pescado y ya está, sino que hemos de asegurarnos que en la dieta figuran todos los nutrientes necesarios para lograr y mantener la salud. Cereales integrales, legumbres, verduras frescas, frutos secos, semillas, algas productos fermentados, etc. deberían estar presentes casi a diario.

2. ALIMENTACIÓN BASADA EN PLANTAS CON PRESENCIA DE ALIMENTOS REFINADOS

Si dejamos de comer carne y pescado pero continuamos comiendo harinas refinadas y azúcar blanco puede que aparezcan carencias, pues son productos que necesitan minerales y vitaminas que “roban” de nuestro organismo.

3. TRANSICIÓN BRUSCA

Hay que tener cuidado con los cambios bruscos de alimentación. El cuerpo es algo material que se ha construido con aquello que hemos ingerido durante años. Cambiar de repente los materiales que le suministramos puede causar desorientación en los encargados de la construcción.

4. ACTIVIDAD FÍSICA MUY EXIGENTE

En el caso de realizar una actividad física exigente o estar expuesto a las inclemencias del tiempo, el cuerpo puede que necesite alimentos más densos como la carne y el pescado. En este caso estos alimentos estarían contribuyendo a acercarnos al equilibrio y sin duda notaremos de inmediato sus efectos.

Pregunta 58

¿VA LA MACROBIÓTICA CONTRA LA MEDICINA QUE SE PRACTICA EN LOS HOSPITALES?

No. La medicina de los hospitales es necesaria. La macrobiótica defiende la medicina de los hospitales en casos de emergencia, pues es una medicina de las emergencias. No te pongas a comer arroz integral cuando sufres de apendicitis, corre al hospital.

La macrobiótica va en contra de matar moscas a cañonazos, que es lo que en ocasiones ocurre con la medicina actual. A veces simplemente con comer de forma más ligera durante unos días y realizar algunos ajustes en el estilo de vida es suficiente para recuperarse de ciertas dolencias.

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100 preguntas de macrobiótica: Una aproximación a la macrobiótica moderna

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10 Consejos macrobióticos para una Navidad saludable (sin que deje de ser Navidad)

macrobiotica y navidad
¿Qué podemos hacer para disfrutar la Navidad de una forma sana?

La Navidad es un momento complicado del año para quien quiere cuidarse y llevar una vida sana. ¿Por qué? Porque nos sentimos obligados a decidir entre lo que los expertos nos dicen sobre dieta sana y las costumbres de nuestro país y/o familias.

De forma tradicional, se han tomado dulces y se han celebrado grandes comilonas para celebrar que estamos reunidos con nuestros seres más queridos.

Quizás el problema no sea la Navidad, sino lo que hacemos el resto del año.

Nuestros mayores no tomaban de forma habitual comilonas, ni abusaban de los dulces, ni alimentos procesados. Sin embargo, en los tiempos modernos nos vemos tentados por ello a menudo.

Como experto en macrobiótica, te diría que evitases los productos refinados (pan blanco, arroz blanco, patatas), el azúcar y todos los productos cargados con aditivos. Como persona que tiene familia y amigos, te diría que te olvides de la dieta sana y disfrutes del sentirte unido con los tuyos durante los días de Navidad. Pero me resisto a no poder ayudarte, y por ello he elaborado una lista de consejos para hacer de la Navidad una época saludable, pero respetuosa con nuestra dimensión social.

1.-EVITA COMER UN 120%

No comas hasta hincharte. Los habitantes de la isla de Okinawa, conocidos por su longevidad, tienen el hábito de comer hasta estar un 80% llenos. En Navidad podemos hacer una excepción y comer hasta un 100% pero no sobrepasarnos. Aprende más sobre las costumbres de la gente más longeva en Longevidad, consecuencia de una vida macrobiótica.

2.-NO TE OLVIDES DEL POSTRE

Ten presente que después de la comida o cena llegará el postre. En muchas ocasiones, entretenidos por la conversación, nos olvidamos del postre y cuando ya no podemos más… ¡Tachán! Nos sorprenden con un maravilloso helado, tarta o turrón casero.

3.-DESAYUNA LIGERO

El desayuno es la comida que más libre de compromisos vamos a tener, pues en Navidad es habitual las comidas y cenas familiares o de empresa. Aprovecha el desayuno para favorecer los procesos de detox. Empieza por uno o dos vasos de agua templada y limón, te ayudará a limpiar el tracto digestivo. Tras 15 ó 20 minutos toma un té kukicha o té verde o infusión. Puedes acompañarlo de un poco de fruta, zumo de verduras o batido donde combinas ambas. Si no sientes hambre no desayunes.

4.-MASTICA BIEN

Comer poco será muy difícil, por tanto, el masticar cobrará importancia pues facilitaremos muchísimo la digestión. No es lo mismo encender un fuego con troncos grandes que con ramitas pequeñas. La digestión es nuestro fuego interno. En la macrobiótica tradicional se recomienda masticar cada bocado 50 veces. No es necesario llegar a este ese punto pero sí masticar suficientemente. En el post Masticar: una solución para el malestar emocional comento otras ventajas del masticar.

5.-COME LIGERO LOS DÍAS PREVIOS AL BANQUETE

Reduce el consumo de calorías habituales. Toma más verduras al vapor o salteadas, pescado, zumos de verduras, sopas por la noche,… De esta manera el cuerpo estará más preparado para los excesos.

6.-HAZ EJERCICIO

Busca un hueco entre las reuniones familiares y las compras: Camina, corre o dedica 30 minutos en el gimnasio a ejercicios como la bicicleta, la elíptica, la cinta o las pesas con muchas repeticiones y poco peso. Lo importante es activar la circulación y no sentirnos llenos y pesados. Elige la mañana porque sino es probable que acabes cambiando la hora de ejercicio por una cita o tarea. Nota sobre el gimnasio: Si no vives habitualmente donde vas a pasar la Navidad, y hace frío, considera la posibilidad de pagar sesiones individuales de gimnasio, con 2 a la semana será suficiente.

7.-NO PIQUES ENTRE HORAS

No piqués entre horas, mejor toma líquidos. El sistema digestivo necesita tiempo de inactividad para recuperarse, y más después de obligarlo a digerir cantidades importantes o mezclas raras. Por ello, durante la época de Navidad evita el picar entre horas y así llegar a la comida o cena con el sistema preparado. Si quedas para ponerte al día con amigos pide infusión, té o zumo; tomando líquidos permites al sistema digestivo seguir recuperando.

8.-SUPLEMENTOS ÚTILES

Suplementos útiles: (1) Enzimas digestivas. Son suplementos que encontrarás en farmacias o herboristerías y que supondrán una ayuda para digerir. Toma una cápsula antes de cada comida principal, especialmente comida y cena. Te ayudará a digerir los alimentos mejor, experimentando así menos síntomas del tipo gases, hinchazón o acidez. (2) Fibra. En forma de psyllium o semillas de lino molidas, compensará la falta de fibra en la dieta y facilitará en tránsito intestinal. (3) Probióticos. Tomados por la mañana, antes de desayunar, nos ayudarán a reparar y mejorar nuestra flora intestinal.

9.-AJUSTES EN EL MENÚ

Modificar el menú de los eventos sociales en Navidad en ocasiones puede ser complicado o imposible, pero sí que podemos tener en cuenta los siguientes puntos para hacerlo más sano:

  • Toma las ensaladas al principio de la comida y evita tomarlas por la noche, ya que en ese momento pueden producir más gases
  • Los productos lácteos dificultarán la digestión. Prefiere postres o salsas sin ellos.
  • Evita combinar grandes porciones de pescado o carne con carbohidratos (patatas, arroz, pan). Combínalos mejor con verduras.
  • Ten en cuenta que los fritos y la proteína (carne/pescado) sacia mucho y podemos equivocarnos al elegir las porciones. Mejor un plato pequeño y repetir que con un plato grande y no poder con él.
  • Toma una infusión de menta, melisa, hinojo o manzanilla al final de la comida, favorecerá la digestión. En los supermercados existen ya combinaciones de estas plantas con resultados excelentes.
  • También una pequeña cantidad de agua Vichy, tónica o sidra nos ayudará.

10.-REALIZA UN PROGRAMA DETOX

Después de la Navidad el cuerpo pedirá un período de depuración. Para ello podemos realizar un programa de detox de entre 3 y 7 días, donde combinar zumos de verduras, bebidas verdes (preparadas con espirulina o chlorella) por la mañana, ensaladas verdes al medio día y sopas por la noche. Entre horas puedes tomar infusiones o té. De esta manera el cuerpo se recuperará de los excesos y estarás al 100% para empezar el Año Nuevo. En este caso seguir las recomendaciones de la macobiótica tradicional durante una semana también tendría un efecto detox.

Tengo la certeza de que una Navidad puede ser sana y al mismo tiempo que siga siendo Navidad. Los puntos anteriores son un intento de que eso sea así.

¡¡Feliz Nochebuena y Feliz Navidad!!

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La personalidad del macrobiótico estricto

¿Estás probando la macrobiótica y no sabes si lo estás haciendo bien? ¿Sientes que te apetecen mucho alimentos que no están incluidos en la dieta? ¿Te ha empezado a resultar incómodo acudir a reuniones sociales porque no te gusta lo que sirven para comer?

En este post encontrarás respuestas a estas preguntas.

Una de las asignaturas que más me gustó de la carrera de Psicología fue Psicología de la Personalidad. En su día me dolió admitirlo porque parecía un hecho en contra de la libertad, pero todos encajamos en uno u otro patrón, como salidos de un molde de magdalenas.

Durante mis años de estudiante de macrobiótica y otros tantos como consultor, sumado a mi experiencia personal, he podido identificar un tipo de personalidad que tiene más probabilidades de usar la macrobiótica de forma errónea, sacando de ella más problemas que beneficios, sobre todo a largo plazo. Veamos cuales son los rasgos de este tipo de personalidad al cual he llamado el Macrobiótico Estricto (ME).

PERFECCIONISTA

El ME es perfeccionista. Para él es fácil ser disciplinado, seguir unos pasos, por nuevos o complicados que parezcan confía a ciegas en los resultados y aplica lo que aprende con tesón. Ante una receta o recomendación realiza multitud de preguntas, como si de los detalles dependiese su vida.

BÚSQUEDA DE LO ALTERNATIVO

El ME no está conforme con el modo de vida establecido, con las convenciones. Le gusta sentirse diferente, pensar que piensa y actúa diferente, y está convencido de que esas diferencias le hacen mejor que los demás. Puede estar asociado a corrientes de pensamiento alternativo (hippies) o movimientos de protesta social.

INDEPENDIENTE

Al ME le da igual lo que los demás puedan pensar sobre él. Se apoya en las opiniones de su pequeño grupo y en las creencias de que es mejor que los demás o de que sabe más y los demás no entienden. Es habitual que se prepare la comida en casa y la lleve al trabajo o a las reuniones sociales, sin importarle los comentarios. A veces los esfuerzos que supone el comer su propia comida conlleva más problemas que los propios beneficios que se derivan de su consumo; por ejemplo: tener que madrugar para prepararla, o la falta de tiempo para otras cosas porque ha de cocinar.

GUIADO POR LO CONCEPTUAL

El ME reduce la comunicación con su cuerpo y empieza a decidir qué comer desde su mente. En momentos puntuales el cuerpo se revela y puede tomar un alimento concreto. Recuerdo que en momentos puntuales durante mi época de macrobiótica estricta me apeteció intensamente queso fresco en invierno y melón o sandía en verano. No me pude resistir y ambas cosas me sentaron de maravilla. Ahora entiendo que eran reflejo de deficiencias que mi cuerpo reconocía pero mi mente no.

En este sentido Steve Gagné señala respecto a la macrobiótica:

Debido a la asociación entre la dieta y la recuperación de la salud y el miedo a la enfermedad  que a menudo acompaña su practica, sus seguidores están especialmente dispuestos a renunciar a su propio criterio y siguen las reglas dictadas por otros a los que perciben como conocedores de la verdad.

La causa de que la gente se vuelva desequilibrada con una dieta macrobiótica es la misma que con cualquier otra dieta de moda: la gente elije su comida desde un conjunto de criterios estrictamente dictados y limitados.

TENDENCIA A LO NATURAL

El ME profesa un alto aprecio por los alimentos naturales, creyendo que por el hecho de ser naturales serán buenos y suficientes para su organismo. Esta tendencia hacia los alimentos naturales puede llevarle a enmascarar una falta de nutrición, es decir, a una carencia en proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas, minerales, y otros nutrientes. El hecho de que coma natural no quiere decir que no pueda tener carencias. Puedes ver más en A pesar de la macrobiótica come proteínas o La macrobiótica también necesita cambios.

CUERPOS DELGADOS

El ME suele tener un cuerpo delgado por naturaleza. Ese tipo de cuerpo se relaciona con rasgos como el perfeccionismo y la autodisciplina. Debido a la falta de proteínas y grasas en la dieta macrobiótica estricta la delgadez de acentúa aún más, lo cual trae discusiones con familiares o amigos.

Montse Bradford cita como posibles causas de un exceso de delgadez a las dietas muy estrictas, saladas, con mucho cereal y poca variedad (como algunas versiones de macrobiótica estricta). También el adoptar una dieta únicamente de origen vegetal podría ser causa de un descenso brusco de peso; dice a este respecto: “El cuerpo no está habituado y es peligroso. Es mejor hacer una transición”.

¿CÓMO USAR ESTA DEFINICIÓN?

Elaboro esta definición para poder detectar con mayor facilidad los casos en los que la macrobiótica se utiliza de forma errónea. La macrobiótica constituye una herramienta para la promoción de la salud y la energía,  y como toda herramienta puede usarse mal o bien. Que tengamos uno o varios de estos rasgos no quiere decir que estemos utilizando la macrobiótica mal, del mismo modo que el no tenerlos no asegura que lo vayamos a hacer bien. Estos rasgos son simplemente señaladores que nos pueden ayudar a ver lo que en muchas ocasiones puede ser invisible para nosotros mismos: que la macrobiótica me está apartando de la vida (cuando se supone que tiene que ser lo opuesto).

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Por qué la dieta de la piña sí y la macrobiótica no, o la necesidad de un plan semanal

macrobiótica y plan semanal
La dieta de la piña es un plan específico, claro y sencillo. ¿Podemos hacer lo mismo con la macrobiótica?

A la dieta macrobiótica le falta lo que tienen todas las dietas: un plan semanal. Todas las dietas, incluso la dieta de la piña, la de la alcachofa o la del pepino, tienen un plan específico, instrucciones claras que nos indican lo que tenemos que comer para el desayuno, la comida y la cena.

¿Qué pasa con la dieta macrobiótica que no tiene ese plan?

En las escuelas donde estuve se nos explicaban los beneficios de los alimentos recomendados, las situaciones en que convienen unos u otros, cómo cocinarlos, cómo se relacionan con los diferentes órganos del cuerpo o  en qué cantidad tomarlos, pero nunca un plan semanal del tipo Lunes X, Martes Y, Miércoles Z…

POSIBLES RAZONES DE LA AUSENCIA DE UN PLAN MACROBIÓTICO SEMANAL

Estas son algunas de las razones por las cuales la dieta macrobiótica no se caracteriza por un plan concreto:

  1. Porque la dieta macrobiótica por definición ha de ser distinta en cada persona, pues cada persona necesita alimentos distintos y cantidades distintas para alcanzar el equilibrio.
  2. En la dieta macrobiótica no existe un objetivo claro y específico en pos del cual descartar todas las consecuencias que se puedan derivar de llevar un dieta concreta. Por ejemplo, en la dieta de la piña el objetivo es perder peso, que más da si la persona se queda sin vitaminas y minerales, que más da si la persona se enfría y pasa un frío de muerte en invierno, que más da si el azúcar en sangre sufre subidas y bajadas espectaculares. Eso permite dar unas instrucciones claras y precisas.
  3. Otro factor es que la dieta macrobiótica estándar está compuesta por alimentos y formas de cocinar poco habituales en nuestra cultura. Dar un plan preciso en esas circunstancias echaría para atrás hasta al más motivado “freaky” de las dietas.

UN PLAN SENCILLO PARA INICIARSE, DESPUÉS NO ES NECESARIO

Pero a pesar de todas esas razones que nos llevan a no tener un plan semanal, concreto y preciso, el tenerlo contribuiría a que muchas personas se iniciasen en un modo de alimentarse que traería consigo numerosas ventajas. Para que ese plan fuese útil debería tener las siguientes características:

  1. Estar compuesto de alimentos conocidos, al menos, la mayor parte.
  2. Utilizar poco tiempo para cocinar, pues la mayoría de nosotros estamos muy ocupados.
  3. Recetas con pasos sencillos y no muy elaborados.
  4. Que tengan buen sabor, o al menos que respeten la intensidad de sabores a la que estamos acostumbrados.
  5. Que “cuadren” con nuestras costumbres culturales

Cuando buceamos por la bibliografía macrobiótica podemos encontrar algunos planes, algunos se ajustan más que otros a los requisitos citados. Dos ejemplos:

Michio Kushi, la macrobiótica más tradicional

Michio Kushi y Alex Jack escriben en su libro The Macrobiotic Path To Total Health:

Lunes:

  • Desayuno: Mijo (cocinado con bastante agua para que quede cremoso)  con semillas de calabaza, sopa de miso con col china y seta shitake, col rizada al vapor, bebida caliente (normalmente té kukicha o bancha).
  • Comida: Estofado de cebada con verduras, Algas arame con cebolla y maíz, ensalada hervida con cebolla, zanahoria, col y nabo.
  • Tentempié a media tarde: Mochi tostado en la sartén, bebida de verduras dulces.
  • Cena: Sopa de arroz y garbanzos con cebolla y calabaza, condimento de alga nori, nishime con raíz de loto, daikon y kombu, zanahoria y sus hojas, ensalada prensada con col china y rabanito rojo.

Es el ejemplo de un día de su plan semanal. Comprobamos que lleva tiempo cocinarlo, algunos de los ingredientes son desconocidos, algunos platos no se adaptan a nuestras costumbres culturales (sopa en el desayuno) y son sabores poco intensos.

Montse Bradford, una macrobiótica más moderna

Montse Bradford en su libro La Nueva Cocina Energética escribe:

Lunes:

  • Desayuno: Crema de cereales (avena y cebada) con pasas, canela y almendras tostadas. Rodajas de pepino y manzanas frescas, café de cereales con leche de arroz.
  • Comida: Pasta integral con verduras y tofu.
  • Cena: Sopa de lentejas. Ensaladilla de arroz. Seitán a la plancha. Ensalada con hierbas aromáticas y wakame. Compota de manzanas a la vainilla.

Esta versión de la macrobiótica respeta más la cultura mediterránea y utiliza más ingredientes conocidos. En el siguiente enlace tienes una fotografía donde puedes ver el plan semanal completo: Plan semanal, dieta macrobiótica de Montse Bradford.

La versión sencilla de Macrobiótica Mediterránea

El plan semanal que propongo para finalizar esta entrada intenta cumplir con los requisitos escritos más arriba (sencillo, rápido, adaptado a nuestra cultura,…). No lo explico de forma exhaustiva porque pretende ser una orientación general de lo que debería ser un plan semanal para iniciarse en un tipo de alimentación natural y sana, en el cual ir profundizando con el tiempo.

Pinchar a continuación para descargarse el plan: Plan Semanal de Macrobiótica Mediterránea (ejemplo)

Este plan es un ejemplo y nunca puede sustituir a una dieta diseñada específicamente por un consultor macrobiótico.

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