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La macrobiótica también necesita cambios (1ªparte)

La macrobiótica puede ser interpretada como una dieta bien definida pero limitada, o bien, como una forma de pensar sobre los alimentos que nos lleva a diseñar una dieta personal adecuada. La semana pasada escribía sobre este tema conectándolo con mi experiencia personal; en el día de hoy escribiré relacionándolo con la evolución de la macrobiótica como práctica o disciplina. Para ello he traducido del inglés un artículo de  John Kozinski, consultor macrobiótico y uno de mis profesores en el Instituto Kushi. El texto ha sido publicado en la revista Macrobiotics Today en  los pasados meses.

John Kozinski tiene una amplia experiencia como consultor y profesor de macrobiótica. Más de 10.000 consultas y de 40.000 estudiantes en los pasados 40 años le avalan. Os dejo con la primera parte de su artículo.

MACROBIÓTICA VIVA: EL FUTURO DE SU ENSEÑANZA

Las enseñanzas macrobióticas sobre la dieta, la salud y la vida fueron revolucionarias en los sesenta y setenta. Hoy, a medida que los profesores y practicantes se hacen mayores, podemos ver un alarmante número de enfermedades y muertes a edades relativamente tempranas. Esto supone un punto controvertido para un sistema que promete buena salud y longevidad.

Como profesor durante mucho tiempo, consultor y practicante de macrobiótica, siento que estos acontecimientos subrayan la importancia de la mejora, la revisión, la actualización continua y la re-evaluación de nuestro entendimiento.

Entender porqué profesores y practicantes han muerto más jóvenes de lo esperado es justo otra razón para la revisión de prácticas y enseñanzas. Las revisiones también son necesarias para que la macrobiótica siga siendo relevante hoy y en el futuro. Como forma de entender la salud y la vida, macrobiótica tiene un valor increíble para las futuras generaciones si se enseña de forma global.

SISTEMAS VIVOS VS SISTEMAS MUERTOS

Si las enseñanzas y prácticas de cualquier sistema nunca cambian, estas se vuelven una pieza de museo. No quiero decir que las piezas de museo no tengan valor. Se puede aprender mucho de estudiar textos y enseñanzas antiguas de Egipto, Tíbet, China, Japón, Europa y otros lugares alrededor del mundo. Lo importante de aprender del pasado es que nosotros también podemos poner en práctica esas enseñanzas aquí y ahora. Nosotros revisamos las enseñanzas del pasado para nosotros mismos o para la gente a la que enseñamos, basándonos en los resultados que experimentamos hoy.

Puede costar muchos años desvelar para los tiempos modernos lo que funcionaba y lo que no funcionaba de las enseñanzas antiguas. Yo he dedicado mi práctica e investigación a descubrir respuestas a está cuestión desde la muerte de Aveline Kushi en 2001 [1]. Tengo que agredecerle a ella todo este viaje. Lo que he aprendido y desarrollado ha ayudado a mejorar la salud de mucha gente.

En un sistema vivo nosotros necesitamos mantener nuestros ojos bien abiertos para evaluar si nuestras prácticas funcionan o no y si conseguimos los efectos deseados. Práctica, evaluación y ajustes son importantes aspectos de los sistemas vivos. Si nosotros nunca revisamos o alteramos las enseñanzas y prácticas de un sistema, entonces el sistema está muerto. Sistemas muertos tienen beneficios limitados.

La macrobiótica para permanecer válida como forma de entender la salud y el vivir, necesita estar continuamente abierta a la revisión. En otras palabras, los sistemas vivos están basados en el principio universal de que todo debe cambiar. Hay algunas áreas en la práctica y educación macrobiótica que yo siento necesitan revisión y continuo desarrollo.

MACROBIÓTICA COMO FILOSOFÍA

Mucha gene piensa que  la macrobiótica es una dieta vegana, o más o menos vegana, y un régimen para el cáncer. Si nosotros miramos la palabra “macrobiótica”, desde una perspectiva más amplia, el significado literal derivado del antiguo griego, es el camino de la longevidad. Longevidad y salud sostenible surge de la práctica de la filosofía del equilibrio en nuestra vida. Profesores tales como George Ohsawa y Herman Aihara fueron modernos intérpretes de un sistema que es tan antiguo como la humanidad. Sus buenas comprensiones fueron interpretaciones de la macrobiótica para sus tiempos. Hipócrates, quién acuñó el término macrobios, tuvo una interpretación acorde a su tiempo. Como Ohsawa y Aihara las recomendaciones estuvieron basadas en los principios del equilibrio en la vida diaria.

En esta definición más amplia, durante eones, el camino de la longevidad según los principios del equilibrio ha sido aplicado por personas alrededor del mundo al cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu. Tradicionalmente la gente estudió y practicó la longevidad física, la longevidad mental, la longevidad emocional y la longevidad espiritual. Una lectura más profunda de las enseñanzas antiguas revela que el factor clave que conecta todas estas enseñanzas es la filosofía del equilibrio.

Desde un punto de vista filosófico, no existe tal cosa como una dieta macrobiótica o un estilo de vida macrobiótico. Por el contrario, existe una forma macrobiótica de pensar en la dieta, el estilo de vida, la espiritualidad, la salud emocional, el cáncer, la enfermedad. etc. El problema con una definición estrecha es que ésta excluye el uso de muchas otras variedades de alimentos naturales, y otras muchas modalidades sanatorias que promueven la salud, de esta manera da la impresión de que hay  sólo una manera macrobiótica de curarlo todo. Desde el sentido común, esto no tiene sentido; todos nosotros somos diferentes y necesitamos ajustes en nuestra vida diaria para nuestras necesidades individuales.

Los alimentos naturales han sido consumidos por culturas que eran macrobióticas, longevas y sanas. Es la hora de enseñar a la gente como aplicar esta filosofía del equilibrio a todos los alimentos y aspectos de la vida. El objetivo de esta forma de pensar es tener más libertad y mejor salud física, emocional, mental y espiritual.

Las guías de alimentos son útiles para la gente que ha comido dietas modernas. Estas guías deben ser amplias para que cualquiera pueda practicarlas, reflejando las dietas macrobióticas o longevas como las practicadas alrededor del mundo. Por ejemplo, algunos alimentos tales como solanáceas o endulzantes suaves pierden sus efectos negativos cuando el propio cuerpo se equilibra.

Las culturas que practican el modo macrobiotico-longevo de comer valoran los productos animales salvajes y naturalmente criados. En las culturas conocidas por su gran longevidad; carne, lácteos, pescado u otros alimentos de origen animal han sido consumidos diariamente, sino en cada comida. Algunas personas, que aún enseñan lo que ellos llaman macrobiótica, están hablando acerca de este hecho y están sugiriendo comida animal de alta calidad. Yo conozco mucha gente que siguieron una dieta vegana-macrobiótica que, poco a poco,  están añadiendo carne de animales alimentados con yerba, productos lácteos, huevos u otros productos animales naturalmente criados con muchas mejoras para su salud.

De acuerdo con la filosofía del equilibrio, los productos animales tienen una energía concentrada que es constructiva y fortalecedora. Si estos alimentos se dejan fuera de la dieta, el resultado puede ser un cuerpo débil que lleva a la enfermedad. Insistir a todo el mundo que siga una dieta vegana o casi vegana (pescado una o dos veces a la semana), o sino ellos no serán considerados macrobióticos, no es seguir la filosofía del equilibrio. Al igual que cualquier otro sistema, relacionado con la salud o no, existe una tendencia hacia la institucionalización del pensamiento con un rechazo a nuevas ideas. Este ha sido el caso con la macrobiótica y la alimentación.

La alimentación vegano-macrobiótica de acuerdo con la filosofía del equilibrio es útil en situaciones determinadas. Comer de esta manera por un período de tiempo puede equilibrar a la gente con ciertos tipos de condiciones con excesos derivados de comer demasaiada carne “basura” criada de forma comercial. He visto gente que acude con enfermedades repetitivas o nuevas enfermedades a consecuencia de seguir ciegamente la misma dieta vegana que los curó. El problema es que nadie le ha dicho que hay opciones tales como incorporar productos animales naturales y/o suplementos para su salud.

Desde una perspectiva nutricional hay nutrientes que sólo son absorbidos o mejor absorbidos de alimentos animales de alta calidad. De acuerdo con la filosofía del equilibrio, si uno desea por razones ideológicas no comer animales, serían necesarios suplementos nutricionales para alcanzar el equilibrio. La vitamina B12 es sólo uno de los nutrientes que debemos de suplementar. Suplementos y plantas deben ser ajustadas para cada condición, personal e individual, pero hay algunas que son esenciales para todos los veganos en todas partes.

Notas:

  • [1] Aveline Kushi fue la mujer de Michio Kushi. Practicante de la macrobiótica, tanto en estilo de vida como en alimentación. Su muerte, a la edad de 78 años, por cáncer de útero, impactó a muchos de sus estudiantes y amigos, entre ellos John Kozinski. Constituyó una motivación para revisar y comprobar qué funcionaba y que no de las sugerencias macrobióticas.
  • Para ver la versión original del artículo puedes ir a Living Macrobiotics: the Future of Education.
  • Para ver un vídeo de John Kozinski publicado en Macrobiótica Mediterránea ir al post: La macrobiótica según John Kozinski
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Cómo la macrobiótica me calentó las manos

Hace unas cuantas semanas publiqué un post sobre cómo la macrobiótica me congeló las manos; hoy veremos cómo me las calentó.

¿Cómo puede la macrobiótica hacer dos cosas opuestas a la vez?

Cuando estás aprendiendo algo por primera vez te ves obligado a seguir un modelo. ¿Cómo vas a aprender macrobiótica si no es siguiendo a alguien? Eso fue lo que hice yo al principio. Realicé dos cursos introductorios y seguí varios libros. Resultado de todo eso fue una dieta con las siguientes características:

– Pescado una vez cada 15 días.
– Nada de huevos.
– Nada de carne.
– Nada de lácteos.
– Nada de ensaladas.
– Medio litro, o menos, de agua al día, incluso en verano.
– Muchos cereales en grano al día. Unas 2 tazas al día (1 taza = 250ml) medido en crudo. Si estas interesado en el papel de los cereales en mis primeros meses de macorbiótica puedes consultar el post Comer muchos cereales no es macrobiótica.
– Legumbres cada dos días, aproximadamente 1 taza
– Utilización de tofu, tempeh y seitán.
– Nada de productos refinados, refrescos, dulces, embutidos, café, alcohol.
– Manzana o pera como únicas frutas. En verano en 2 ó 3 ocasiones el cuerpo me pidió intensamente sandía y melón. Al tomarlos me sentí de maravilla.
– Pocas reuniones sociales, condicionado por mi dieta selectiva.
– Carrera continua 20-30 minutos, no mucho más porque no me sentía con fuerza. Incluso me llegaron a doler los riñones en varias ocasiones al correr.

Seguí el modelo durante varios meses hasta que decidí viajar alrededor del mundo y aprender más sobre macrobiótica. Primero Francia, después EEUU, Inglaterra y más tarde Holanda. Al comprobar cómo otros interpretaban y llevaban a la práctica la macrobiótica, comprendí que la macrobiótica era un instrumento para poder ordenar nuestra alimentación, de tal manera que pudiese dar salud a cualquier persona, por diferente que fuese. Eso no quiere decir que tenga que utilizarse la misma dieta para todos, sino el mismo conjunto de principios, basados la mayoría en la medicina tradicional china. En ese momento, comencé a utilizar la macrobiótica para equilibrarme a mí, no a otro, sino a mí. Porque el modelo, la formula específica, quizás equilibre a miles o incluso a millones de personas, pero no a mí. Estos son algunos de los cambios que decidí realizar:

– Pescado: 3  veces a la semana.
– Carne: 1 vez a la semana o cada 10 días, de la máxima calidad posible.
– Pequeña cantidad de ensalada 1 vez al día, casi siempre en la comida.
– Menos cantidad de cereales, 1/2 taza al día.
– Legumbres 2 veces a la semana o más días si la cantidad es muy pequeña.
– Más cremas y platos caldosos y calientes.
– Utilización de verduras de raíz y tubérculos (no patata).
– Lácteos de forma ocasional, procurando que sean de buena calidad (ecológicos, enteros, etc.). Como mantequilla, yogur o queso. Raramente leche.
– Actitud más abierta a la hora de ir a comer a restaurantes o bar de tapas, disfrutando del momento con los amigos, pero también de las tapas y cervezas.
– Dulces de forma ocasional y sobre todo relacionado con eventos sociales, ya que el dulce no me atrae.
– Entrenamiento de pesas 4 veces por semana.

Las diferencias entre estos dos regímenes podéis verla por vosotros mismos en estas fotos. La primera de ellas es de Mayo de 2010. La segunda de Diciembre de 2014. Se llevan de diferencia 4 años y 6 meses. ¿Cuál de ellos tienen las manos congeladas?

 

Macrobiotica y mario
La primera foto es de Mayo de 2010, la segunda de Diciembre de 2014. ¿Quién tiene las manos congeladas?

 

Características, signos y síntomas del primer Mario:

  • Mucho frío ante la más leve brisa. Episodios frecuentes de manos blancas e insensibles después de pasar frío.
  • Incapacidad de realizar ejercicio físico intenso.
  • Aspecto triste y enfermizo comentado por varias de sus amistades y familiares.
  • 67 Kilogramos.
  • Rigidez mental, resistencia al cambio o reconocer lo que otros le estaban señalando.
  • Ni un grano, piel limpia aunque poco hidratada.

Características, signos y síntomas del segundo Mario:

  • Resistente al frío. No necesita el abrigo en todo momento ni tiene escalofríos con cualquier brisa.
  • Capaz de realizar ejercicio físico intenso, como ejercicios de fuerza en el gimnasio.
  • Sequedad en piel de la mano derecha que relaciono con el consumo ocasional de lácteos (lo he comprobado en varias ocasiones).
  • Un grano de vez en cuando.
  • Aspecto más positivo y sano.
  • Puntos de vista más flexibles.
  • 77 kilogramos.

Estos cambios ponen de manifiesto lo importante que es nuestra dieta y estilo de vida  para mejorar nuestra condición. Todos tenemos una constitución, que podemos definir como la fortaleza con la que nacemos, y una condición, que es nuestro estado temporal, mejor o peor en función de las circunstancias. Podemos nacer con la constitución de Rafa Nadal y sufrir sobrepeso, colesterol alto y hierro bajo, o bien, estar en plena forma como es el caso. La macrobiótica te ayuda a sacar el máximo de tu condición.

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La fórmula macrobiótica para perder peso

macrobiotica perder peso
¿Cuál es la fórmula macrobiótica para perder peso?

A veces logramos perder peso con solo apartar de la dieta los productos refinados, lácteos y dulces, pero otras veces es necesario ir más allá de lo obvio. En la entrada Un Método para perder peso con macrobiótica veíamos como utilizar modelos avanzados dentro del marco de la macrobiótica para conseguir la ansiada pérdida de peso. Hoy seguimos ampliando la información para saber qué hacer si queremos perder peso.

Edward Esko, consultor macrobiótico y uno de mis profesores en el Instituto Kushi, solía decir que para confeccionar una dieta macrobiótica teníamos que tener en cuenta qué alimentos quitar y qué alimentos poner. Yo lo formulo de la siguiente manera:

Dieta Macrobiótica = [- / +] A

Lo que significa que para llevar a cabo una alimentación macrobiótica hemos de reducir o evitar ciertos alimentos (-) y al mismo tiempo hemos de añadir otros (+). Finalmente hemos de realizar unos ajustes (A) en función del objetivo que queramos conseguir con esa dieta.

ALIMENTOS A REDUCIR PARA PERDER PESO (-)

Los alimentos que hemos de evitar si pretendemos perder peso son:

  • Grasas saturadas por su alto contenido en calorías y su efecto perjudicial para la salud, contribuyendo a aumentar los valores de colesterol y triglicéridos. Las encontramos en carnes, margarina, bollería, embutidos, queso y otros productos lácteos.
  • Proteínas de origen animal. Por su contenido en grasas saturadas (aunque no la veamos un filete de ternera o cerdo lleva una cantidad importante de grasa) y por su energía concentrada (o Yang) que nos lleva a tener más apetito por vino/cerveza o dulces.
  • Productos de pastelería y azúcares refinados. Nos aportan calorías vacías, nos “roban” minerales y acidifican el organismo; un cóctel anti-salud.
  • Exceso de aceite, tanto crudo como cocinado. Para una dieta de adelgazamiento no hemos de pasarnos con el aceite. Alrededor de 2 cucharadas es lo aconsejado para tener sus beneficios pero sin pasarnos de calorías.
  • Snacks salados y sal cruda en la comida. El consumo de patatas fritas, crackers, palitos de pan, etc. nos llevan a querer beber algún refresco, o más tarde sentiremos ganas por un dulce. Lo mismo sucede si añadimos sal directamente a la comida.
  • Dietas estrictas con mucho cereal y condimentos salados. Este punto hace referencia a un tipo de macrobiótica más estricta, surgida en los años 60-70 donde algunas comunidades macrobióticas defendían un dieta cargada de cereales y condimentos japoneses la mayor parte salados. El exceso de cereal y la deficiencia en el consumo de proteínas es algo que trato en la entrada Comer muchos cereales no es macrobiótica.
  • Platos pesados y fritos. El exceso de calorías y la pesadez que sentiremos tras comerlos nos van a hacer más difícil perder peso, por ello se recomiendan otros métodos de cocinado como veremos en el siguiente apartado.

ALIMENTOS A INCREMENTAR PARA PERDER PESO (+)

Si queremos perder peso de una manera sana es importante aumentar el consumo de los siguientes alimentos:

  • Verduras frescas, ligeramente escaldadas, hervidas y al vapor. Sobre todo en invierno aconsejamos el consumo de verduras cocinadas. No tienen porque estár demasiado hervidas, de hecho de esta forma perderíamos sus propiedades. Algunas ideas: brocoli al vapor (5 minutos), acelgas salteadas con una cucharadita de aceite (5 minutos), palitos de zanahoria escaldados (2 minutos). También puede funcionar el método Nishime (si no sabes lo que es pincha en Alternativa macrobiótica al hervido).
  • Variedad de ensaladas crudas y frutas de la estación. Las ensaladas las recomendamos con más frecuencia en verano, ya que la verdura cruda enfría mucho el organismo. Mejor en la comida que en la noche, ya ya que por la noche irritan más el sistema digestivo y pueden causar gases e hinchazón.  Elige frutas de estación y evita las tropicales que tienen una gran cantidad de azúcar. Dos frutas al día entre comidas es una buena dosis.
  • Proteínas vegetales. Para compensar la reducción en el consumo de proteínas animales puedes introducir en tu dieta proteínas de origen vegetal como legumbres (lentejas, garbanzos, alubias, adzuki, etc), tofu, seitán, tempeh y hummus.

ALIMENTOS DEPURATIVOS QUE AYUDAN A LA REDUCCIÓN DE PESO (A)

En el caso de querer perder peso los siguientes ajustes van a contribuir de forma positiva:

  • Rabanitos. Los puedes añadir en láminas en las ensaladas. Si no te gusta su toque picante puedes sumergirlos en agua hirviendo durante 2 minutos.
  • Nabos y/ daikon. De la misma familia que los rabanitos ayudan a disolver las grasas y depurar de una forma más eficaz. Rallado en ensalada o hervido son dos formas agradables de tomarlo.
  • Champiñones. En realidad cualquier tipo de seta es adecuado para perder peso, por su alto contenido en nutrientes y bajo contenido en calorías. De paso ayudarás a tu sistema inmune, que aumenta con el consumo de estas.
  • El jengibre fresco mejora el metabolismo y la digestión. Se puede tomar en forma de infusión o añadir a diferentes platos.
  • Aderezos como el cebollino, el cilantro fresco o el perejil darán un sabor más intenso a nuestros platos.
  • Aliños para verduras y ensaladas. Utiliza el agua para no tener que utilizar tanto aceite. Por ejemplo, pon en un vaso: 1 cucharada de aceite, 1 cucharada de agua, 1/2 cucharada de vinagre de umeboshi y 1/2 cucharada de limón. Mezcla y añade a la verdura.
  • Algas. Su contenido en yodo contribuirá a aumentar el metabolismo, lo cual es algo que favorecerá la pérdida de peso. Nos aportan minerales y ayudan a depurar el organismo. Prueba el alga wakame o dulse, en ensaladas o en sopas, y también nos aseguraremos de que a nuestra dieta macrobiótica no le faltan minerales.

Fuentes: Se consulta el libro de Montse Bradford titulado La Nueva Cocina Energética, cuyas líneas han servido de guía y fuente de inspiración para lo redactado en esta entrada.

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Muere Michio Kushi, pieza clave de la macrobiótica moderna

 

Michio Kushi y macrobiotica
Fallece Michio Kushi, considerado por muchos padre de la macrobiótica moderna.

Michio Kushi murió el pasado 28 de diciembre de 2014 en Boston. Michio fue uno de los profesores y consultores de macrobiótica más famosos por su labor como difusor de la misma a nivel internacional, la creación del Instituto Kushi y la publicación de decenas de libros dedicados a la macrobiótica. También fue el creador de los modelos teóricos de alimentación macrobiótica, como por ejemplo la pirámide o el gráfico circular.

Recuerdo contar a Kenneth Prange -consultor macrobiótico y estudiante de Kushi en sus primeros años-  como toda una generación de jóvenes quedó fascinada por un hombre como Michio Kushi, que recién aterrizado en Inglaterra y les hablaba por primera vez del Yin y del Yang, de los 5 elementos y de cómo la alimentación influía en la salud y la conciencia de las personas.

“Michio Kushio tenía una habilidad especial para inspirar a la gente” comenta John Kozinsky, estudiante suyo durante muchos años y ahora consultor macrobiótico en Estados Unidos. Continúa diciendo: “Michio inspiraba a la gente de tal modo que comenzaban a estudiar uno de los temas surgidos en sus charlas. Estos podían ser diagnóstico facial, Nine Star Ki o el uso de los alimentos de forma medicinal. Al cabo de los años muchos de estos estudiantes superaron a Michio Kushi en los temas específicos donde habían decidido profundizar. Michio era muy bueno encendiendo la chispa”.

Su contribución ha sido clave. Gracias a la macrobiótica somos más conscientes de los efectos que tienen los distintos alimentos en nuestro organismo y es más fácil recuperar la forma de cocinar tradicional, más en consonancia con los ritmos estacionales.

En el momento de su muerte Michio tenía 88 años. Aún siendo grande su contribución al mundo de la salud, su vida no ha estado libre de controversias, ya que él mismo tomaba café y fumaba. Le diagnosticaron cáncer de colon cuando tenía 81 años, teniendo que ser operado para extraerle los tumores. A ello se suma que su mujer murió a los 78 años  y su hija Lily a los 41, ambas de cáncer de cuello de útero. Su hijo Phiya Kushi escribe extensamente sobre el tema en su post titulado Cáncer en la familia: Cómo y porqué sucedió (por el momento en inglés).

Lo que no cabe duda es que merece todo nuestro reconocimiento por la labor realizada en pos de la salud y la felicidad de las personas. ¡Gracias Michio!

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Cómo la macrobiótica me congeló las manos

 

Macrobiotica y manos frias
¿Por qué la macrobiótica estándar puede congelarte las manos?

En ocasiones ocurre que el modelo que se utiliza para enseñar algo no corresponde con la solución idónea que ese modelo es capaz de proporcionar. Veamos que  quiero decir con ello.

Durante mi primer año de alimentación macrobiótica recuerdo caminar por la calle con las manos heladas. Llegaba a casa con las manos congeladas, tanto que tenía que ponerlas unos minutos debajo del grifo caliente antes de poder hacer cualquier otra cosa. A veces se quedaban blancas e insensibles. Sufría la misma sintomatología que la enfermedad de Raynaud.

Enfermedad de Raynaud: Es una afección en la cual las temperaturas frías o las emociones fuertes causan espasmos vasculares que bloquean el flujo sanguíneo a los dedos de las manos y de los pies, las orejas y la nariz.

En una ocasión René Lévy me cogió las manos para despedirse al final de una de mis estancias en Cuisine et Santé, y me dijo: “¡Oh, manos heladas!”. Me aconsejó introducir más alimentos yang a mi alimentación, por ejemplo trigo sarraceno, gomashio… “pero no demasiado” añadió.

Conforme iba estudiando macrobiótica fui realizando cambios en mi dieta. Desde hace dos años las manos ya no han vuelto a ponerse blancas. El invierno dejó mi cuerpo. ¿Qué ocurrió?  ¿Por qué, si se supone que la macrobiótica es una forma de comer sana y que previene enfermedades, lleva a tales desequilibrios?

Porque en esos casos el modelo general que se utiliza para enseñarla no es la dieta que más equilibra a la persona X.

Existen dos modelos básicos que se utilizan para enseñar la macrobiótica:  la pirámide y el gráfico circular.

piramide integral de macrobiótica
Pirámide macrobiótica. Modelo que se utiliza para la introducción y enseñanza de la dieta macrobiótica. [Extraída del extra nº12 de la revista Integral]. Pinchar en imagen para ampliar.
guia macrobiotica salud editada
Porcentajes de alimentos para una dieta macrobiótica orientada a la recuperación de la salud, que coincide a grandes rasgos con la dieta macrobiótica estándar. Imagen: Verne Varona (2009)

Si el seguir estos dos modelos le devolviese la salud a todo el mundo, querría decir que todas las personas compartimos las mismas circunstancias (constitución, clima de la zona donde residimos, puntos débiles/fuertes, estilo de vida, etc.) y eso no es cierto. Por tanto, como las circunstancias de las personas cambian, la dieta ideal que nos equilibra -nuestra dieta macrobiótica- por definición ha de ser diferente de la de los otros; y es aquí donde entra la figura del consultor macrobiótico, que es el encargado de adaptar la dieta a cada circunstancia. Querer aplicar la misma regla a todo el mundo sería como utilizar el plan de entrenamientos de Rafa Nadal para poner en forma a, por ejemplo: un niño de 12 años, un hombre de 53 que no ha hecho ejercicio en su vida, una anciana… Lo mismo ocurre cuando recomendamos a todo el mundo comer según el modelo estándar que se utiliza para la enseñanza de la macrobiótica.

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