Hace varias semanas mi hermano me recomendó un libro del que había oído hablar. “Te vas a reir” me dijo antes de comentarme dónde había oido hablar de él… “pero lo han nombrado en Gran Hermano”. La fuente no parecía muy fiable, aún así decidí darle una oportunidad y comprobar qué relación guardaba con la macrobiótica.
La enzima prodigiosa está escrito por Hiromi Shinya, un médico especialista a nivel mundial en la cirugía del colon. Debido a su trabajo ha podido ser testigo de cientos de intestinos… y entonces… se dio cuenta: el estado del sistema digestivo de sus pacientes estaba relacionado directamente con la salud de la que disfrutaban. El siguiente paso fue descubrir qué hacían los pacientes con intestinos sanos; de ahí surgió La enzima prodigiosa. Estas son sus palabras:
Después de que descubrí que las características gastrointestinales reflejan el estado de salud de todo el organismo, pedí a mis pacientes que llenaran cuestionarios sobre su dieta y el estilo de vida. Lo hice para saber lo que era malo o bueno para el cuerpo sin la influencia del “sentido común” que tenía hasta entonces. Llegué a mis conclusiones tras observar mis resultados clínicos. Lo que sucede dentro del cuerpo humano es diferente a lo que ocurre en un experimento de laboratorio. La única forma de descubrir la verdad es preguntando directamente al cuerpo. (pág. 58)
La tesis principal del libro es la siguiente: En nuestro cuerpo existen miles de enzimas que son necesarias para mantenerlo vivo y sano (las enzimas son moléculas que permiten que se produzcan reacciones químicas). Las enzimas se generan a partir de una enzima madre, si la agotamos el cuerpo enferma y muere.
Hiromi cita como factores que agotan nuestras enzimas al uso habitual del tabaco y el alcohol, el exceso de comida, la ingestión de alimentos con aditivos, los ambientes estresantes, las radiaciones electromagnéticas y el uso de medicamentos. Por el contrario, los factores que nos ayudan a conservar nuestras enzimas son comer y beber (ahora veremos qué), hacer ejercicio, descansar, dormir y mantener el estado de ánimo.
¿CUÁL ES LA DIETA RECOMENDADA EN “LA ENZIMA PRODIGIOSA”?
En uno de los apéndices del libro su autor nos resume en qué consiste una buena dieta, la cual nos ayudará a mantener un cuerpo sano y vital. Os dejo con ellas:
1. UNA DIETA BASADA EN PLANTAS
Tanto desde la macrobiótica como de otras fuentes (ver la entrada “Sinónimos de macrobiótica y el estudio de China“) nos llega la recomendación de inclinar la balanza de lo que comemos en favor de las plantas. Hiromi Shinya reafirma dicha recomendación proponiendo una dieta en la que el 85-90 % de alimentos sean plantas. Dentro de esta cifra distinguimos:
(a) el 50% de granos integrales como arroz integral, trigo integral, cebada, mijo, quinoa, amaranto…y legumbres, incluidas judías de soja, garbanzos, lentejas, alubias blancas y negras.
(b) 30% de verduras verdes y amarillas, así como raíces, incluidas patatas, zanahorias, batatas, remolacha y algas.
(c) 5 a 10% de frutas, semillas y frutos secos.
Del 10 al 15 % de proteínas animales (no más de 80 a 100 grs. al día). Dentro de este porcentaje se incluye pescado de cualquier tipo, aunque mejor evitar los grandes porque pueden contener mercurio, las aves (en pequeñas cantidades), los huevos, la leche de soja, de arroz y de almendra. Mejor evitar las carnes rojas.
2. ALIMENTOS QUE AÑADIR A LA DIETA
Hiromi Shinya no es partidario del uso de suplementos de forma habitual, pero comenta que en algunos casos es necesario utilizarlos temporalmente para corregir estados crónicos de desnutrición. Propone el uso de:
- Tés herbales
- Pastillas de algas (kelp)
- Levadura de cerveza
- Polen de abeja y propóleos
- Suplementos enzimáticos
- Suplementos multivitamínicos y minerales
3. ALIMENTOS Y SUSTANCIAS QUE EVITAR O LIMITAR EN TU DIETA
Puede que algunos de los alimentos a evitar te sorprenda. Aquí nos limitaremos a numerarlos, pues se trata de un resumen, pero ten en cuenta que en el libro el autor desarrolla y explica debidamente cada recomendación.
- Productos lácteos, como la leche de vaca, el queso, el yogur y otros alimentos lácteos
- Té verde japonés, té chino, té inglés (limitarlo a una o dos tazas al día)
- Café
- Dulces y azúcar
- Nicotina
- Alcohol
- Chocolate
- Grasas y aceites
- Sal de mesa (usa sal sin refinar)
Para saber más acerca de la leche y el azúcar, y el porqué no se recomiendan puedes visitar en este blog las entradas: “Por qué no-azúcar en macrobiótica“, “Supera la adicción al azúcar con macrobiótica“, “Dónde está el calcio en macrobiótica“.
4. RECOMENDACIONES ALIMENTICIAS ADICIONALES
La dieta no sólo es aquello que ingerimos; existen elementos que pueden añadirle o restarle “alimento” a nuestra comida. En este apartado incluye las siguientes recomendaciones:
- Dejar de comer y beber de 4 a 5 horas antes de ir a la cama
- Masticar cada bocado entre 30 y 50 veces
- No comer entre horas excepto fruta
- Come frutas o bebe zumos 30 a 60 minutos antes de la comida
- Come granos y cereales sin refinar
- Come más alimentos crudos o ligeramente al vapor. Calentar la comida más de 48ºC matará las enzimas
- No comas alimentos oxidados
- Come alimentos fermentados
- Sé disciplinado con la comida que comes. Acuérdate que eres lo que comes
Hasta aquí hemos tenido una breve presentación del libro La enzima prodigiosa de Hiromi Shinya, la cual he creído interesante dada la gran fama del libro y sus similitudes con las recomendaciones venidas de la macrobiótica.
Yo he leído el libro y lo he puesto en funcionamiento y me siento mucho mejor, además hay un método llamado EMME, que hacen profesionales,, que está relacionado en las pautas de este libro, aunque se complementa con la dieta alcalina y mediterranea , me siento mucho mejor.
Lo puse en funcionamiento en Mayo de 2015, y estoy mucho más sano , me encuentro mejor y además como consecuencia he perdido 11 kilos y no los he vuelto a recuperar.
GENIAL ¡¡ Os animo a seguir las indicaciones de este libro , complementándolo con complementos DIETÉTICOS.