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Escuela de macrobiótica en Totnes, Inglaterra

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Disfrutando de un día soleado en la escuela macrobiótica de Totnes, Inglaterra

En julio de 2011 visité durante 4 días una escuela de macrobiótica en el sur de Inglaterra. Había visitado su página web y había estado hablando con la persona que estaba al cargo de los cursos. Parecían bastante serios. Después de mi estancia en EEUU aterricé en Londres y desde allí en tren hasta Totnes.

Totnes es una ciudad del suroeste de Inglaterra famosa por sus iniciativas para hacer realidad una nueva forma de relacionarnos con el planeta. Desde Totnes nos llega la “Transition Towns” un movimiento iniciado por Rob Hopkins que pretende dar solución al cambio climático, la crisis del pretóleo y la economía insostenible. En una entrevista para la revista Integral nos cuenta: “El sistema con el que funcionamos se encuentra en un definitivo callejón sin salida. Y el problema es que, hoy por hoy, no existe ninguna alternativa válida sobre la mesa… En el movimiento de la Transición estamos intentado crearla con un abanico de ideas: planes de descenso energético, cooperativas de energía sostenible, proyectos de agricultura urbana, apoyo a las economías locales, monedas complementarias… No podemos decir que tenemos todas las soluciones pero al menos las estamos buscando. Estamos dando los primeros pasos de lo que puede ser un experimento a gran escala”. En este contexto nace la escuela de macrobiótica en Totnes. En su web podemos ver el siguiente vídeo de presentación.

Durante mi estancia ayudé en la cocina y asistí a diferentes clases. La organización me pareció muy cuidada, así como el material que los alumnos tenían para su estudio. El entorno ya lo podéis ver en el vídeo. Es una casa rodeada de praderas por las que pastan libremente vacas y crece el cereal. Se encuentra a 5 minutos en coche de Totnes. Allí aprendí mucho e hice amistad con Sarah, la encargada de cocina, y con Alma, que al igual que yo, quiso conocer en persona la escuela.

Para terminar os cuento brevemente 3 platos que aprendí allí:

PORRIDGE DE ARROZ Y CEBADA

¿Cómo cocinar la cebada sin tener que estar horas en la cocina? En la escuela de macrobiótica de Totnes utilizaba el siguiente sistema. Por la noche hervían durante 20 minutos el arroz y la cebada (1 parte de cereal por 3-4 de agua), y apagaban el fuego. Tapaban la olla y la dejaban toda la noche a remojo. Al día siguiente añadían un poco de agua y lo volvían a hervir otros 10-15 minutos. De esta manera obtenían un porridge suave y fácil de digerir.

PASTEL DE LENTEJAS

Otro plato que tomamos para comer acompañado de verduras y arroz fue el pastel de lentejas. Se hervían las lentejas con laurel y verduras a trozos muy pequeños, de forma que se quedasen secas. Posteriormente añadimos shoyu, mirin y copos de avena. Por último las pasamos a una fuente y las horneamos 15 minutos.

PURÉ DE MIJO CON COLIFLOR

Este es un puré muy sencillo y el cuerpo lo agradece mucho. Se hierve el mijo (1 cereal : 3 agua) con ramilletes de coliflor encima. Después de hervirse, tras 20-30 minutos, se machaca todo de forma que se mezcle el mijo y la coliflor. En ese momentos se puede añadir aceite, pimienta, cilantro fresco u otros ingredientes al gusto. Por último se adreza con gomashio y cebollino.

Hasta aquí hemos visto algunos de los platos que relaciono con la macrobiótica aprendida en Totnes. Es una escuela que recomiendo a todo aquel que se sienta atraído por aprender la macrobiótica en profundidad. Si queréis más información podéis visitar su web:

http://www.macroschool.co.uk/

 

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Taller de alimentación anticáncer en Elche, 27 Octubre

Alimentación anticáncer y macrobiótica

Me complace anunciaros la celebración en Elche del primer taller de alimentación anticáncer impartido por la doctora Odile Fernández. Su estilo es sencillo y claro, dejando ver las razones del porqué hablar de la alimentación cuando alguien es diagnosticado con cáncer.  Existen multitud de estudios que respaldan la relación entre cáncer y alimentación, y sin embargo esta relación no se refleja en nuestras visitas al oncólogo.

Odile tuvo que aprender esta relación por si misma cuando el diagnóstico de un cáncer la llevó a concentrar sus esfuerzos en saber qué hacer para superarlo. De estos esfuerzos surgieron sus “recetas anticáncer” y no sólo recetas de cocina sino de otros factores incluidos en el estilo de vida: ejercicio físico, hábitos mentales, métodos de cocina, etc. Después de superar su propio cáncer Odile decidió compartir lo aprendido con la gente. En su libro “Alimentación Anticáncer dice lo siguiente acerca de su deseo de compartir:

Quiero contaros lo que sirvió para mí con el deseo de que sirva para vosotros. Quiero transmitiros los conocimientos adquiridos durante este tiempo y los que día a día sigo adquiriendo. Dicen que lo que no se da se pierde.  Yo no quiero que se pierda  mi experiencia, si esta  puede ayudar e infundir esperanza a otras personas. Quiero contaros lo que a mí me habría gustado que me contasen cuando me dijeron que tenía cáncer. Toda la información que yo no recibí y tuve que buscar quiero que vosotros la tengáis. Habrá personas que pensarán que esto es una tontería y lo que me curó fue la quimio y otras, entre ellas yo, que pensarán que el pensamiento positivo, el deseo de sanar y la alimentación obraron el milagro. No sé que me curó, pero lo importante es que estoy aquí con muchas ganas de vivir y de disfrutar del día a día con mi familia, exprimiendo al máximo todas las oportunidades que me da la vida.

Los descubrimientos científicos acerca de la dieta y el cáncer coinciden con muchas de las recomendaciones que difunde la macrobiótica. Algunas de estas recomendaciones son evitar el consumo de ciertos alimentos como azúcar, alimentos procesados, un exceso de carne y productos lácteos. Por otro lado se recomienda el consumo de cereales integrales, legumbres, semillas, fruta y verdura. Debido a estas coincidencias la labor de un consultor macrobiótico puede representar una ayuda fundamental para la organización y diseño de una dieta anticáncer.

Para más información acerca de Odile Fernández podéis leer la entrevista que mantuvimos con ella en la entrada Alimentación anticáncer, entrevista a Odile Fernández

Si estás interesado en inscribirte al taller puedes llamar a los números que aparecen en la imagen o bien escribir al correo mariolopezpomares@gmail.com

 

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El eBook sobre macrobiótica ya está marcha

ebook de macrobiótica
El proyecto “eBook de macrobiótica” crece a buen ritmo

Me alegra comunicaros que el eBook de macrobiótica ya está en marcha. Doy las gracias a todos aquellos que habéis decidido participar en su creación a través de preguntas que, en muchos casos, han servido para seleccionar contenidos y descubrir nuevas formas de expresarlos. Dejaremos 10 días más para que todo aquel que quiera formular preguntas lo haga, y a partir del 7 de octubre nos dedicaremos exclusivamente a relacionar la información recogida y a escribir.

Vuestras preguntas aportan la esencia viva a este proyecto. Junto a esta esencia salida del diálogo también estoy utilizando material escrito (libros, apuntes), varios vídeos y mi experiencia personal en diferentes centros internacionales. Confiemos en que el resultado contenga lo esencial de cada cosa.

Como muestra de las cuestiones que me enviáis he seleccionado varias preguntas y sus respuestas. Ahí van:

¿Los tomates, pimientos y berenjenas como se las puede consumir… o debemos evitarlos?

¿Qué te dice tu experiencia? ¿Cómo te sientan? Prueba a no comerlos y comprueba si existe alguna diferencia. En caso de una condición delicada (enfermedad) recomiendo no tomarlos, pero estando sano los introduciría pero no en demasiada cantidad. En macrobiótica puedes encontrarte personas que le hacen la señal de la cruz, como si de un vampiro se tratase, mientras que otros lo incorporan en sus recetas, por ejemplo los libros de Montse Bradford. Se suelen saltear con aceite unos minutos cuando se añaden a una receta. En teoría cocinándolos al horno se compensaría su parte más yin pero yo no he notado diferencia, de todas formas noto su acidez.

¿Voy a tener carencias nutricionales al dejar de comer tanta carne y pescado?

Los procesos del organismo están muy entrenados para extraer los nutrientes de los alimentos que llegan habitualmente. Si de pronto empiezas a tomar productos nuevos que sustituyes por otros antiguos, el organismo no extraerá todo el alimento y entonces puede que sientas que vas a medio gas. Por esa razón se recomienda hacer una transición donde la sustitución de alimentos sea progresiva. Al menos que no sientas la necesidad de un cambio inmediato o que la salud del organismo esté en una situación límite, te aconsejo ir poco a poco.

Podéis acudir a las siguientes entradas para saber más sobre la transición:  Transición de la antigua dieta a una macrobiótica, Transición hacia la dieta macrobiótica mediterránea 

¿Por qué no se pueden comer frutas?

Se recomienda no comer frutas cuando estas no favorecen la adaptación al entorno. Las personas nos adaptamos porque comemos aquello que se cultiva en nuestra zona. Por poner un ejemplo extremo, un esquimal se moriría pronto comiendo frutas y verduras. ¿Qué hay en el polo norte? Animales. Por tanto alimentarse de aquello que existe de forma natural en un lugar sería favorecer nuestra adaptación al mismo. Lo que ocurre con las frutas es que existe un mercado donde aquí tenemos frutas de allí. Existen multitud de frutas tropicales (kiwi, piña, mango, etc.) que nacen en el trópico y son adecuadas para vivir allí pero no para un clima templado como el mediterráneo. Además hoy en día cogen las frutas verdes y se utilizan muchos productos químicos en su cultivo, lo que le resta calidad al alimento. También se argumenta que la fruta acidifica el organismo, pero según Christopher Vasey en “La importancia del equilibrio ácido-básico”, la fruta es un alimento ácido pero cuyo efecto en la mayoría de las personas es la de alcalinizar, por lo tanto el que la fruta acidifique el organismo podríamos calificarlo como “mito macrobiótico“. [La cuestión de la acidez de las frutas la veremos en una entrada próxima que completará las dos anteriores sobre el tema: Alimentos acidificantes en macrobiótica, Alimentos alcalinizantes en macrobiótica ].
De todas formas, yo no recomendaría eliminar del todo la fruta. En numerosos estudios se destaca el efecto positivo de su consumo. Trata de tomar aquella que aparece en el terreno de forma natural (no exportada), que se coge madura y que no se trata con pesticidas.

Con estas preguntas podéis comprobar el interés y la buena acogida que el proyecto eBook de macrobiótica ha despertado. Gracias una vez más por vuestro interés y colaboración.

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Alimentos alcalinizantes en macrobiótica

tabla alcalino-ácida en macrobiótica
La macrobiótica prefiere los alimentos alcalinos porque compensan la gran cantidad de alimentos acidificantes de la dieta convencional

En la entrada publicada el 20 de septiembre, Alimentos acidificantes en macrobiótica,  enumeramos una lista de alimentos cuyo consumo frecuente acidificaba el organismo. En la entrada de hoy daremos una lista de los alimentos que provocan el efecto contrario: alcalinizar el organismo.

En macrobiótica se ensalza el valor de los alimentos alcalinos, no porque sean mejores que los acidificantes, sino porque compensan la gran cantidad de alimentos acidificantes que se consumen en la dieta convencional: el pan blanco, el azúcar blanco, la pasta, la carne, el pescado, los huevos, los quesos, los dulces, los refrescos, el café, etc. Siguiendo la forma de pensar macrobiótica, en la cual en el equilibrio está la salud, el aumento del consumo de alimentos alcalinizantes equilibraría el alto consumo de los alimentos acidificantes.  No es necesario decir que un abuso de alimentos alcalinos sería igual de perjudicial que un abuso de alimentos acidificantes.

Según Christopher Vasey en su libro “La importancia del equilibrio ácido-básico”,  los principales alimentos que alcalinizan nuestro organismo son:

  • Patatas
  • Hortalizas verdes, crudas o cocidas
  • Hortalizas coloreadas: zanahoría, remolacha (excepto el tomate)
  • Maíz
  • Leche, nata, mantequilla
  • Plátanos
  • Almendras
  • Castañas
  • Uvas pasas, los dátiles
  • Aguas minerales alcalinas
  • Bebidas de almendra
  • Aceitunas negras conservadas en aceite
  • Aguacate
  • Aceites de primera presión en frío
  • Azúcar integral

Estos alimentos son alcalinizantes porque no contienen sustancias ácidas y porque al ser metabolizados en el organismo no producen ácidos.

Alguien familiarizado con la cocina macrobiótica puede quedar sorprendido al comprobar que alimentos como la leche, el queso, la nata, la mantequilla y el azúcar integral están considerados alcalinizantes. Respecto a ello Christopher Vasey apunta que NO son alimentos alcalinizantes en sí mismos, pero que tomados con moderación no acidifican. Esto quiere decir que si tomásemos a menudo estos alimentos al final SÍ producirían un organismo ácido.

col rizada macrobiotica
Las verduras de hoja verde nos transmiten ligereza, frescura y alcalinizan nuestro organismo

La principal fuente de alimentos alcalinizantes son las verduras, tanto verdes como coloreadas. Esto me recuerda lo aprendido en Kushi Institute en Becket. Allí en todas las comidas estaban presentes los “greens”, es decir, las verduras verdes que se servían escaldadas. En ningún otro sitio había visto que se pusiese tanto énfasis en  las verduras de hoja verde. Mi experiencia me dice que comer de esta manera las verduras le da a uno una cualidad de ligereza y frescura, cualidad por la que destacan las hojas verdes. Eso sí, no pasarlas cuando las cocinéis, sino se irá esa cualidad tan preciada. Escaldarlas muy poco tiempo, de forma que crujan al morder (acelgas 30 seg; zanahoria 2min; brocoli sacarlo cuando el agua empiece a hervir).

En cuanto a las aguas serán alcalinas las que tengan un pH superior a 7. En España algunos ejemplos de este tipo de aguas son las siguientes marcas: Panticosa (pH 9.3), Aguavida (pH 8.8), Solares (7.95), Neval (7.59)

Es útil saber qué alimentos son acidificantes y alcalinizantes porque si sospechamos tener una de estas dos condiciones podremos compensarlas con los alimentos del grupo opuesto. Un consultor macrobiótico podría ayudarnos en esta labor y prescribir las recomendaciones más oportunas para cada caso.  No censurar un alimento porque esté en la lista de los alimentos prohibidos, pues lo prohibido estará en función de la condición particular de cada persona y ésta por definición es cambiante.

 

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Alimentos acidificantes en macrobiótica

Escala-del-pH en macrobiótica
Existen alimentos ácidos y alimentos alcalinos, una alimentación macrobiótica favorece el equilibrio

En macrobiótica solemos oir con frecuencia “No comas esto o aquello porque acidifica la sangre”. ¿Qué quiere decir esto?  ¿Es bueno o malo? ¿Qué alimentos acidifican la sangre?

En primer lugar tenemos que señalar que los alimentos no acidifican la sangre sino los órganos y tejidos circundantes, ya que si  el nivel de ácido de la sangre variase aunque fuese un poco las consecuencias serían fatales. Por tanto hemos de corregir la expresión popular de “Esto acidifica la sangre” por “Acifica el organismo”.

Todas las sustancias que constituyen el organismo pertenecen al grupo “ácido” o al grupo “alcalino”, como si se tratase del Barça y del Madrid, o eres de uno o del otro. Para indicar cuántas sustancias ácidas y alcalinas hay en el organismo se utiliza una escala que va del 0 al 14, a la cual se le llama pH. Si todas las sustancias del cuerpo fuesen ácidas el pH sería igual a 0. Si todas las sustancias del organismo fuesen alcalinas el pH sería igual a 14. Se sabe que para que el cuerpo funcione a las mil maravillas la cifra de esta escala ha de ser de 7,35. Esta cifra puede variar en función de lo que comemos y hacemos.

ALIMENTOS ACIDIFICANTES

Si nuestra dieta está en su mayoría compuesta por alimentos acidificantes nuestro organismo tendería a tener un pH menor de 7.35, lo cual dificultaría muchos de los procesos que llevan a cabo en él (p.ej. nuestro sistema inmune trabaja peor si el pH es inferior a 7,35).

¿Qué alimentos acidifican el organismo?  Estos son algunos ejemplos:

  • Carne, embutidos, pescado, marisco
  • Huevos
  • Quesos, sobre todo los quesos fuertes
  • Cereales, tanto integrales como refinados
  • Pan, pasta, copos
  • Legumbres
  • Azúcar blanco y dulces en general
  • Frutos secos (excepto la almendra)
  • Refrescos, café, té, cacao, vino

Los alimentos ricos en proteínas como los tres primeros grupos son acidificantes ya que al metabolizarlos se generan aminoácidos pero también porque de su metabolismo se derivan desechos, como por ejemplo el ácido úrico al digerir carnes animales, que contribuye a aumentar la acidez del organismo. En una alimentación macrobiótica su consumo es ocasional, por lo que no habría problema.

En el caso de los cereales su efecto acidificante aumenta cuando se quedan a medio digerir. El almidón contenido en los cereales ha de degradarse hasta llegar a comvertirse en muchas moléculas de glucosa. Cuando este proceso se queda a medias, muchas veces motivado por una sobrealimentación, el organismo se acidifica pues las sustancias intermedias son ácidas. Un consejo para quienes consumimos muchos cereales sería el no sobrepasarse en las raciones.

Las legumbres,  también alimento típico en la cocina macrobiótica, también tiene un efecto acidificante. Las purinas que contienen son transformadas en ácido úrico para ser eliminadas. Lo mismo ocurre con los estimulantes como el café, el té y el cacao.

Los frutos secos (nueves, avellanas, semillas de calabaza, girasol o sésamo) pertenecen al grupo acidificante debido a su alto contenido en grasas, proteínas, fósforo y azufre.

Pero entonces… ¿Qué hay que hacer? En macrobiótica decís que hay que tomar muchos cereales (50%), verduras (25-30%), legumbres (10%), semillas… ¿Las sigo tomando si su efecto es acidificante?

No es necesario eliminarlos de nuestra dieta, únicamente tendremos que tomar en cuenta algunos puntos:

  • No ingerir grandes raciones de cereales en una comida, de modo que la digestión pueda llevarse acabo de forma completa. A excepción del mijo, el resto de cereales son acidificantes.
  • Tomar las legumbres en pequeñas cantidades. Las opiniones al respecto son contrarias. Andreas Moritz en su libro “Los secretos eternos de la salud” recomienda tomar no más de 1 ó 2 veces por semana, mientras que la macrobiótica tradicional y consultores modernos recomiendan tomar pequeñas cantidades pero todos los días. Yo  tomo habitualmente, 3-4 veces semana pero en pequeñas cantidades, no el típico plato de potaje o lentejas (si tomo alguno de esos lo hago 1 día a la semana).
  • Controlar que la cantidad de alimentos acidificantes no sea superior a la de alimentos alcalinizantes. En próximas entradas expondremos qué alimentos son alcalinizantes.
  • Utilizar condimentos alcalinizantes como la sal marina sin refinar, el tamari o las algas. Un condimento muy popular en macrobiótica que podría servir para tal propósito sería el gomasio, compuesto de sal y semillas de sésamo tostadas, preparado normalmente con una proporción de 1:16.

 

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