Publicado el Deja un comentario

¿Estoy sano según la macrobiótica? (2ª parte)

¿Estoy haciendo bien comiendo tantas verduras, legumbres, cereales… y prescindiendo de la carne, lácteos y otros alimentos socialmente aceptados? ¿Existen algunos criterios que me puedan dar una orientación acerca de mi estado de salud? No estoy enfermo, pero ¿cuánto de sano estoy?

La macrobiótica nos proporciona 12 indicadores de buena salud.  En la entrada anterior titulada “¿Estoy sano según la macrobiótica? (1ª parte)” vimos los seis primeros indicadores, hoy veremos los seis restantes.

FLEXIBILIDAD FÍSICA

“Sé flexible como un junco, y no tieso como un ciprés” reza un proverbio judío. En películas de artes marciales también hemos oído frases parecidas utilizando como ejemplo el bambú. La flexibilidad en todos los sentidos (física y mental) nos permite adaptarnos al entorno con más facilidad. Adaptarnos al entorno nos lleva al equilibrio y el equilibrio es siempre sinónimo de salud. Comer y llevar un estilo de vida macrobiótica nos llevará a un cuerpo-mente más flexible. Advertencia: También existen versiones rígidas de la macrobiótica que podrán llevarte a estar encerrado en casa por miedo a no poder encontrar aquello que quieres comer. Estáte alerta y sé flexible.

DOLOR

La ausencia de dolor es un indicador claro de buena salud. El dolor nos indica que algo va mal. ¿Hemos de limitarnos a acallarlo mediante medicamentos? Los medicamentos pueden ser una buena opción cuando es un dolor difícil de manejar, repetitivo e incapacitante.

Desde pequeños se nos ha enseñado a responder al dolor con algún tipo de medicamento. Socialmente existe pánico al dolor. Como ocurre a nivel psicológico, cuando no somos capaces de mirar algo directamente estamos condenamos a reptirlo (“Lo que se resiste persiste, lo que se acepta se transforma” dicho budista). Aceptar un dolor significa estar dispuesto a mirar lo que hay a su alrededor. ¿Qué he comido y bebido hoy? ¿Qué tiempo a hecho, me he adaptado bien? ¿Qué emociones he sentido? ¿Con qué personas he estado? ¿Qué pensamientos he tenido? En muchas ocasiones alrededor del dolor encontramos la solución para su transformación.

MEMORIA

Una buena memoria nos indica que las neuronas se comunican, que el sistema nervioso funciona sin fallos. Una buena memoria también es el resultado de un sueño reparador, una vida sin estrés y una alimentación natural, por ello recordar puede ser un indicador de buena salud.

RELACIONES SOCIALES EN ARMONÍA

La psicología positiva es una rama de la psicología que, desde los años 90, se encarga de estudiar a la gente feliz. ¿Qué cosas hacen aquellos que son más felices? Una de estas cosas es relacionarse con otra gente. La felicidad repercute de forma positiva en nuestra salud, por tanto, si nos relacionamos con gente existen muchas posibilidades de que estemos sanos. Además la psicología clínica también ha estudiado cómo influye el apoyo social a la hora de afrontar la enfermedad y los momentos difíciles, llegando a la conclusión de que estar rodeado por otras personas siempre es mejor.

SENTIDO DEL HUMOR

Las emociones negativas son antisaludables. El miedo, la inseguridad, el enfado,… y otras emociones negativas influyen directamente en el sistema nervioso central y en el sistema inmune. La ira se relaciona con la incidencia de trastornos cardiovasculares, el estrés se relaciona con trastornos digestivos, la impotencia con el cáncer; los ejemplos de la relación entre mente y cuerpo son numerosos.  Alguien con buen sentido del humor está libre de la carga que representan las emociones negativas, y por tanto, es más probable que disfrute de una buena salud.

PASIÓN

La pasión moviliza nuestra mente, cuerpo y espíritu en pos de un objetivo. Llena de significado nuestra vida y empuja a nuestro organismo a estar sano para seguir estando vivo. Queremos aprender, compartir, investigar y mejorar lo que nos lleva a optimizar todas nuestras habilidades. Las pasiones movilizan fuerzas escondidas capaces de producir milagros.

Hasta aquí hemos expuesto los 12 indicadores de salud que propone la macrobiótica. A continuación y con el objetivo de poder valorar de forma rápida si vamos por buen camino en cuanto a salud se refiere, he diseñado un test con el cuál valorar lo sanos que estamos. Ten en cuenta que  el test te proporciona una orientación, no la verdad absoluta.

TEST DE LOS 12 INDICADORES DE SALUD

Elige la respuesta que corresponda en tu caso y anota el número entre paréntesis, tendrás que sumarlos al final del test.

1. ¿Cuál es mi nivel de energía habitualmente?

  • Muy poca (1)
  • Poca (2)
  • Media (3)
  • Mucha (4)
  • Muchísima (5)

2. En cuanto al apetito que siento habitualmente

  • No suelo tener (1)
  • Poco apetito (2)
  • Apetito medio (3)
  • Mucho (4)
  • Muchísimo (5)

3. La regularidad a la hora de ir al baño es de:

  • 1 día/sem (1)
  • 2-3 días/sem (2)
  • 4 días/sem (3)
  • 5-6 días/sem (4)
  • 7 días/sem (5)

4. Paso las noches:

  • Con la sensación de estar despierto (1)
  • Durmiendo a intervalos (2)
  • Unas noches duermo bien y otras mal (3)
  • Normalmente bien (4)
  • No hay nada que me quite el sueño (5)

5. Emocionalmente

  • Me altero por casi todo  (1)
  • Raras veces me encuentro bien  (2)
  • Algunas veces me siento bien (3)
  • Estoy estable  (4)
  • No hay nada que me altere (5)

6. Tengo deseos irrefrenables de comer ciertos alimentos (chocolate, alguna bebida, etc.)

  • Todos los días  (1)
  • La mayoría de los días (2)
  • Algunos días  (3)
  • Casi nunca  (4)
  • Nunca(5)

7. En cuanto a mi flexibilidad me considero

  • Nada flexible (1)
  • Muy poco flexible (2)
  • Un punto medio de flexibilidad (3)
  • Flexible (4)
  • Muy flexible (5)

8. Siento dolor físico y molestias

  • Todos los días (1)
  • Con frecuencia, aunque no todos los días (2)
  • Alguna vez (3)
  • Raras veces, pero desaparecen en poco tiempo (4)
  • Nunca (5)

9. A la hora de recordar datos o información me doy cuenta de que:

  • Me cuesta mucho recordar, incluso palabras o datos sencillos y no lo consigo (1)
  • Me cuesta recordar pero si me doy tiempo e insisto al final lo logro (2)
  • Unas días recuerdo con facilidad pero otros días me resulta muy difícil (3)
  • Casi siempre recuerdo con facilidad (4)
  • La memoria nunca me falla (5)

10. Respecto a mis relaciones sociales

  • Apenas tengo amistades, soy una especie de ermitaño (1)
  • Aunque tengo varias amistades el trato es siempre tenso y fuente de conflictos (2)
  • No tengo muchas amistades, pero en la mayor parte el trato es amable y satisfactorio (3)
  • Tengo diferentes amistades y normalmente el trato es cordial (4)
  • Tengo muchas amistades y el trato es siempre satisfactorio (5)

11. Mi sentido del humor

  • No existe, soy una persona seria que lo toma todo muy a pecho (1)
  • Aparece muy rara vez (2)
  • A veces tengo buen sentido del humor, otras no (3)
  • Normalmente tengo buen sentido del humor (4)
  • Siempre tengo buen sentido del humor (5)

12. En cuanto a mis pasiones

  • No tengo ninguna pasión, mi vida no tiene ningún significado (1)
  • Rara vez tengo alguna pasión con la que me siento lleno (2)
  • Mis pasiones vienen y van, a veces tengo, a veces no (3)
  • Normalmente estoy ilusionado con algo que me motiva y me hace feliz (4)
  • Siempre siento que tengo una vida llena de significado (5)

Haz el recuento de las puntuaciones de todas las preguntas. El resultado oscilará entre 12 y 60. Si tu resultado está cerca de 12 tu salud reclama tu atención para que te pongas manos a la obra y hagas algo para mejorar. Si tu resultado se acerca a 60 vas por buen camino, los criterios que te proporciona la macrobiótica indican que lo más probable es que tu salud esté a buen nivel, ello te permitirá aprovechar y disfrutar de la vida al máximo, ¡sigue así!

Publicado el Deja un comentario
Publicado el Deja un comentario

¿Estoy sano según la macrobiótica? (1ª parte)

Salud y macrobiotica
¿Te consideras una persona sana? ¿Cómo saber se vas por buen camino? Veamos qué dice la macrobiótica

Para saber si estamos sanos podemos utilizar varios criterios que, en el caso de cumplirlos, diremos que estamos sanos. El criterio más sencillo es el de “ausencia de enfermedad”; si no padezco ninguna enfermedad es que estoy sano. La Organización Mundial de la Salud amplia el criterio y dice: “Si experimentas un completo bienestar físico, mental y social, además de la ausencia de enfermedad, entonces es que estás sano”. ¿Qué dice la macrobiótica al respecto?

12 INDICADORES DE SALUD MACROBIÓTICA

Durante mi estancia en la Escuela Macrobiótica ISANA, Ana López nos instruyó magistralmente sobre cuales eran las características de una persona macrobióticamente sana.  A continuación expongo parte de aquella clase junto con algunas notas personales y sugerencias del consultor macrobiótico Verne Varona.

1. ENERGÍA

La energía que tenemos a lo largo del día es el principal indicador de salud. La macrobiótica constituye un conjunto de conocimientos que se emplean para facilitar a las personas conseguir sus objetivos. ¿Qué sueño no requiere de energía para poder manifestarse? Conseguir un buen trabajo, ser un excelente profesional, conseguir la casa soñada o criar a los hijos requiere grandes cantidades de energía. Una persona sana, según la macrobiótica, dispone de la energía suficiente para realizar todo ello, pero no es una falsa energía (la que deriva de los estimulantes como café o azúcar) sino una energía real, resultado de una alimentación y un estilo de vida acorde con nuestra naturaleza.

Aprende a aumentar la energía de tus platos en el post La macrobiótica energiza lo que comes.

2. APETITO

En la zona donde vivo, las personas mayores suelen decir que el hambre es sinónimo de salud. Por el contrario, uno de los principales síntomas cuando alguien está enfermo es la ausencia de apetito. Todo el mundo lo ha experimentado al coger un catarro o tener unas décimas de fiebre. Por tanto, una persona sana tiene buen apetito, y no sólo por la comida sino por otro tipo de cosas como el sexo, la exploración intelectual o el conocer como le va a los de su alrededor.

3. REGULARIDAD INTESTINAL

Hiromi Shinya, autor del famoso libro “La enzima prodigiosa”, del cuál hablaremos próximamente, comenta lo siguiente:

Durante décadas de práctica clínica, al dar consulta a literalmente cientos de miles de personas como endoscopista gastrointestinal, he aprendido que cuando el sistema gastrointestinal de una persona está limpio, el cuerpo de esa persona es capaz, con cierta facilidad, de combatir enfermedades de cualquier tipo. Por el contrario, cuando el sistema gastrointestinal está sucio, esa persona será propensa a sufrir de algún tipo de enfermedad.

El 80% del sistema inmune del organismo se encuentra en los intestinos, por ello mantenerlos limpios constituye una pieza clave para mantenernos sanos. El tiempo medio que tarda la comida desde que es ingerida hasta que se expulsa es de 16 a 22 horas en una persona sana; todo lo que se prolongue a partir de ahí da como resultado una acumulación de toxinas que compromete los mecanismos de defensa del organismo.

4. SUEÑO PROFUNDO

Durante el sueño pasamos varias fases. Existe la fase 1, 2, 3, 4 y 5. Las fases 3 y 4 son consideradas sueño profundo, y la fase 5 sueño REM (fase en la que soñamos). Estudios con ratas han demostrado que si se les priva del sueño profundo (fases 3 y 4) mueren a los pocos días  (Purves y cols., 2001). No están claras aún las razones por las que se duerme pero sí se sabe que su privación trae consecuencias fatales.

También son muy frecuentes los trastornos del sueño en afecciones generales como por ejemplo la fibromialgia. Estudios sobre el sueño han demostrado que si privamos a una persona de sueño profundo comienza a experimentar síntomas parecidos a los que se dan en la fibromialgia (estudio aparecido en el libro “Fibromialgia” de M. Martínez Lavín, 2006).

Una serie de recomendaciones sencillas para para facilitar el tener un sueño reparador:

  • Cenar temprano, mínimo 2 ó 3 horas antes de irse a dormir, recomendación frecuente en macrobiótica
  • Seguir horarios regulares para acostarse y levantarse
  • Estar en la cama solamente para dormir
  • Realizar ejercicio físico de forma regular
  • “Desconectar” de los quehaceres y problemas diarios minutos antes de irse a dormir
  • Procurar estar al sol al menos 15 minutos al día

5. ESTABILIDAD EMOCIONAL

Una alimentación equilibrada, compuesta en su mayor parte de alimentos centrales (cereales, legumbres, verduras, etc.)  contribuye a una experiencia psicológica equilibrada, mientras que si consumimos alimentos extremos como azúcar o productos químicos, nuestro estado de ánimo puede variar bruscamente. La salud responde más a la definición de un estado de equilibrio sostenido que a un equilibrio como resultado de oscilaciones bruscas de un polo al contrario.

Para más información al respecto visita los posts Beneficios de una dieta macrobiótica o Por qué no-azúcar en macrobiótica.

6. DESEOS O ANSIAS POR ALIMENTOS CONCRETOS

Los deseos intensos por un alimento concreto en muchos casos nos están indicando un desequilibrio dietético o nutricional. Una comida demasiado salada o concentrada dará como resultado un deseo intenso de consumir alimentos dulces, o bien un gran volumen de líquidos. No es que haya que evitar tomar aquello que nos apetece irresistiblemente, sino intentar modificar las condiciones que hicieron surgir el deseo.

Aparte de los desequilibrios dietéticos y/o nutricionales, los deseos intensos por alimentos concretos también pueden tener un origen psicológico. En ese caso, habría que advertirlo e intentar poner remedio  en la misma dimensión en la que se da el desequilibrio. Por ejemplo, ante estados de ansiedad intentaríamos equilibrar a la persona mediante ejercicios psicológicos:  ejercicios de relajación, meditar, reflexionar acerca de lo que nos preocupa, etc.

En el siguiente post atenderemos a los 6 puntos restantes y podremos seguir respondiendo a la pregunta de si estamos o no sanos según la teoría macrobiótica.

Publicado el Deja un comentario
Publicado el 3 comentarios

Comer muchos cereales no es macrobiótica

En macrobiótica existen alimentos “sagrados” o “intocables”. Los cereales, las verduras, las legumbres o las semillas  se recomiendan continuamente en libros, charlas y páginas web. Se recomiendan tanto que llegan a parecer inofensivos, incapaces de provocar desequilibrio alguno, pero… ¿es eso cierto?

Hace algunos años, cuando empecé con la macrobiótica, reduje el consumo de alimentos extremos (azúcar, carne, huevos, pescado) y me volqué casi por completo en las verduras y los cereales. Varios meses después había adelgazado 6 kilos y había perdido energía y capacidad para realizar ejercicio físico intenso. Y no era por falta de comida porque tomaba grandes platos de arroz, mijo o cebada, pero seguía sin tener energía. ¿Qué ocurrió?

En macrobiótica se clasifican los alimentos en un continuo yin-yang. En el extremo yin encontramos los alimentos con efectos expansivos (azúcar, medicamentos, conservantes, alcohol…). En el extremo yang tenemos los alimentos con efectos contractivos (sal, tamari, huevos, carnes rojas…). Se recomienda que la dieta se base en los alimentos centrales, que son: los cereales, las legumbres, las semillas, las algas y las verduras. De esta recomendación surge una pregunta: ¿A más alimentos centrales más equilibrio? Mi experiencia me dice que no. El equilibrio necesita la participación de muchos y variados ingredientes, al igual que una buena receta, un buen día o una excelente obra de arte… todos ellos incluyen diferentes y variados elementos que combinados de forma armónica resultan en un todo equilibrado. La macrobiótica consiste en saber combinar, y en esta combinación también existe un sitio para los extremos, incluso me atrevería a decir que son necesarios.

LO QUE APRENDÍ DE COMER MUCHOS CEREALES

A medida que fui a prendiendo macrobiótica me di cuenta de mis errores iniciales. Uno de ellos fue basar mi dieta de forma excesiva en los cereales, lo cual me llevó a la falta de energía y otros síntomas que ya he comentado más arriba. Ahora comparto mi experiencia de manera que entre todos podamos hacer la macrobiótica más macrobiótica. Esto fue lo que aprendí de comer arroz, mijo y otros cereales a todas horas:

1. LA REGLA “CUANTOS MÁS CEREALES MEJOR” NO VALE

Ten en cuenta tus características personales para saber si es conveniente tomar más o menos cereales. El consultor macrobiótico Verne Varona, recomienda diferentes proporciones de cereales según tus propósitos. Si estás empezando con la macrobiótica toma un 25% de cereales en grano y un 5 % de productos derivados de cereales (pan, pasta, otros productos hechos con harina). Si eres una persona muy ocupada, que siempre va de aquí para allá, permítete comer menos cereales en grano y aumentar ligeramente los productos derivados de cereales, te hará la vida más fácil. Si lo que quieres es perder peso mantén el consumo de cereales en grano en un 15-20% y reduce al máximo los productos derivados. Si actualmente te estás recuperando de alguna enfermedad seria aumenta los cereales de tu dieta hasta llegar a un 45% del total.

2. LA CANTIDAD ANULA LA CALIDAD

Comer demasiado, sea lo que sea, dificulta las digestiones. No tienes porque notar ningún síntoma como pesadez, acidez, etc. pero la cantidad de nutrientes absorbidos se reduce por una sobrecarga del sistema digestivo. La cantidad de comida anula su calidad. Aunque nos alimentemos con los mejores productos, de origen vegetal y biológicos, si nos pasamos en cantidad estaremos debilitando nuestra condición.

3. CUANDO LOS CEREALES ME QUITAN ENERGÍA Y SALUD

Abusar de los cereales nos puede llevar a un organismo con exceso de acidez. Los cereales en forma de harina o en grano acidifican el organismo; también los integrales. Si comemos cereales en exceso, o bien, no los compensamos correctamente con verduras, algas y otros alimentos alcalinizantes podrían aparecer síntomas de acidez. Por ejemplo: falta de energía, pérdida del tono físico y psíquico, sensación de frío, tristeza, nerviosismo, palidez, llagas en la boca, caries dental, goteo constante de la nariz, piel seca y otros. Si quieres aprender más sobre el efecto alcalinizante o acidificante de los alimentos puedes visitar las siguientes entradas: Alimentos alcalinizantes en macrobiótica, Alimentos acidificantes en macrobiótica y Alimentos ácidos en macrobiótica.

4. SI LOS CEREALES LLENAN LA CASA, NO HABRÁ HUECO PARA TODO LO DEMÁS

Comer muchos cereales nos puede llevar a descuidar otros alimentos, lo que desemboca en un estado de desnutrición. El cuerpo intenta compensar comiendo más… y si nosotros nos empeñamos en seguir comiendo más cereales, entramos en un círculo vicioso del que no salimos nunca: Como cereales-> Mi cuerpo busca otros nutrientes mediante un aumento de apetito -> Como más cereales. La solución en estos casos sería introducir otro tipo de alimentos , sobre todo proteínas y grasas (pescado, huevos, frutos secos, legumbres, aceites de buena calidad).

5. CON ESPAGUETIS NO SUBES EL EVEREST

Si realizas ejercicio físico intenso quizás los cereales no sean suficientes para compensar el ejercicio y llevarte al equilibrio. Observa tu peso y energía, y si adviertes que disminuye incorpora más proteínas y grasas. Los cereales aún siendo alimentos centrales dentro del continuo yin-yang, a veces no son suficientes para compensar actividades intensas. Para ello quizás necesitemos incluir otros alimentos como pescado (2-3 veces por semana), algún huevo de origen biológico, más frutos secos y semillas, más aceites de calidad. Puedes profundizar en este tema en la entrada (y sus comentarios) Dieta macrobiótica para ganar peso.

Macrobiótica no es comer mucho de esto y poco de aquello, sino mantenernos alerta y saber combinar lo que tenemos en nuestro plato de forma que encaje con el resto de elementos que forman nuestra vida. Si cambia nuestro ambiente y queremos seguir equilibrados, nosotros también tendremos que cambiar. Los pilotos dicen: “Llevar un avión no es trazar el rumbo y ya está. Has de estar atento, el rumbo se corrige constantemente porque las condiciones ambientales cambian constantemente. Si quieres llegar a tu destino, no te eches a dormir”.

Publicado el 3 comentarios
Publicado el 2 comentarios

Receta macrobiótica: ensalada prensada para verano

Con la llegada del verano empiezan a cobrar protagonismo las ensaladas. Aparte de la ensalada típica que conocemos en España, preparada con lechuga, tomate, aceitunas, pepino y otros ingredientes, la macrobiótica nos enseña otras alternativas. Una de esas alternativas es la que vamos a ver hoy: La ensalada prensada.

Durante mi estancia en el Instituto Kushi de Becket (USA) dos o tres veces a la semana teníamos en el menú ensalada prensada. La forma de prepararla ya la habéis visto en el vídeo del principio del post (si no lo ves pincha en el siguiente enlace:  Ensalada prensada).

Para completar el vídeo os escribo los pasos de esta receta macrobiótica:

  1. Cortar finamente 1/4 de col lisa, 1/2 cebolla y 2 zanahorias
  2. Ponerlo todo en un bol y añadir 1/2 cucharada de sal
  3. Mezclar la sal y masajear la verdura hasta que empiece a expulsar agua
  4. Poner un peso encima durante 30 minutos o hasta 2 horas
  5. Escurrir (pero NO enjuagar) y emplatar

ALGUNAS NOTAS SOBRE SU ELABORACIÓN

  • La presión y la sal hace que las verduras expulsen el agua que contienen. Variando estas dos cosas obtenemos resultados distintos.
  • Si las verduras expulsan demasiada agua pueden quedarse muy secas o fibrosas, para evitarlo hemos de reducir el peso que le ponemos encima. Aunque expulsen el agua las verduras han de quedar jugosas.
  • Si no expulsan suficiente agua puede que nos hayamos quedado cortos con la sal o con el peso. Cambiar una u otra y observar los resultados.
  • Puedes utilizar otros ingredientes para preparar ensalada prensada: manzana, hojas de rábanos, rábanos, pepino (sin las semillas), col rizada, nueces…
  • Podemos añadirle otros ingredientes para darle un toque aromático: gotas de limón, vinagre de arroz, vinagre balsámico, mirin, comino, albahaca, …

BENEFICIOS DE TOMAR ENSALADA PRENSADA

  • En primer lugar enriquecemos nuestra cocina con otra forma de preparar las verduras. En macrobiótica es importante tener un buen repertorio ya que las verduras son una parte central de la dieta y esta ha de ser variada y divertida.
  • La ensalada compensa el calor (yang) del verano; de esta forma que estaremos más equilibrados con el medio, lo cual se traduce en una mayor sensación de bienestar.
  • El prensado supone una forma suave de cocinado que permite que la verdura prensada sea más digestiva que la cruda.
  • El tiempo de reposo permite a la verdura empezar procesos de fermentación que favorecerán nuestra digestión y contribuirán a mejorar nuestra flora intestinal.
  • La presencia de la ensalada prensada en nuestro menú compensará otros alimentos más pesados como podrían ser las harinas y los productos animales.
  • Esta forma de preparar las ensaladas es ideal para quien sufre de gases y quiere seguir tomando verduras, pues los gases que provoca son menores que con la verdura cruda.
  • También es recomendable para quien tiene un exceso de líquidos, ya que la verdura previamente prensada ha expulsado parte de su contenido en agua.

Con esta entrada espero haber contribuido a enriquecer la cocina macrobiótica de un verano que ya está a la vuelta de la esquina.

Publicado el 2 comentarios
Publicado el Deja un comentario

Aprende macrobiótica en ESMACA

ESMACA escuela catalana de macrobiótica

Cuando empecé a estudiar macrobiótica enseguida di con un problema: muchos cursos de iniciación pero pocos para profundizar. Aquello me obligó a hacer las maletas y cruzar fronteras.

¿Ha cambiado el panorama español de la macrobiótica desde entonces? ¿Tiene uno que seguir viajando si quiere aprender los detalles?

En la entrada de hoy me gustaría presentaros de la mano de  Daniel Mayor, consultor macrobiótico con amplia experiencia, una nueva oportunidad para aprender más macrobiótica en España.  Dani comenzó en Valencia su labor como consultor macrobiótico y profesor de shiatsu y recientemente se ha mudado a Barcelona con la intención consolidar el proyecto de la escuela de macrobiótica ESMACA.  Junto a su socia Joana Palmero, también consultora macrobiótica, licenciada en Medicina Tradicional China y Life Coach, se ha propuesto poner la macrobiótica al alcance de todos.

Aquí os dejo la entrevista:

MARIO:  Hola Dani, ¿qué tal estás? ¿Cómo has llevado la mudanza a Barcelona?

DANI: ¡Pues ha ido mejor de lo que esperaba! Joana me ha ayudado mucho a establecerme y Barcelona es una ciudad maravillosa que te acoge rápidamente. Lo más difícil ha sido dejar Altea, donde estaba desarrollando mi trabajo hasta ahora, pero guardo un buen recuerdo de todas las personas y momentos que he pasado allí. Ahora ha llegado una nueva etapa a mi vida con ESMACA y estoy muy feliz de estar en este proyecto que lleva el estilo de vida macrobiótico a tantas personas.

MARIO: Muchos de mis lectores me preguntan qué hacer para aprender macrobiótica en profundidad. Hoy en día, en España, puedes introducirte a la macrobiótica de diversas formas (libros, cursos en herboristerías, estancias de fin de semana, etc.) pero sigue siendo complicado encontrar los medios que nos permitan adquirir conocimientos profundos sobre el tema. ¿Responde la escuela ESMACA a esta necesidad?

DANI: Pues sí Mario, esta era una de las inquietudes que tuvo Joana cuando me propuso abrir la escuela hace dos años. En Barcelona existen muchos cursos cortos sobre macrobiótica, pero no existía ninguna formación continua, donde poder ampliar e ir más allá de una introducción a este estilo de vida. ESMACA cubre esa necesidad, sin dejar de lado a aquellas personas que simplemente se quieran introducir. Ofrecemos formación en tres niveles de tres años de duración, pero también damos cursos de introducción a la macrobiótica para que las personas que no la conozcan la puedan poner en práctica desde que salen de clase.

MARIO: ¿Quién imparte los cursos? ¿De dónde vienen los profesores?

DANI: Tenemos un equipo de profesores de diferentes partes del mundo, desde distintos puntos de España hasta profesores de Kushi Institute de Boston. Nuestra filosofía es que  nuestros estudiantes se puedan nutrir de diferentes puntos de vista. Edward Esko, Bill Tara, Alf Mota e Irene García son ahora nuestro equipo titular, pero iremos incorporando nuevos profesores a la formación.

MARIO: ¿Qué podemos aprender en ESMACA? ¿Podrías ponernos algún ejemplo de cómo utilizar los contenidos de los cursos a nuestra vida diaria?

DANI: Pues en ESMACA se pueden aprender muchas cosas. Para aquellos que se quieran introducir a la alimentación saludable tenemos talleres muy interesantes donde se aprende a cocinar con las algas, con las proteínas vegetales, cómo hacer desayunos energéticos, etc. Uno muy bueno para los ya iniciados en la macrobiótica es el taller de fermentos, donde se enseña a hacer productos como tempeh, natto y amasake.

>> Los que quieran introducirse en la macrobiótica tenemos nuestra formación en macrobiótica. Si solamente se quiere una introducción, el ciclo 1 de macrobiótica es nuestro curso estrella, en dos fines de semana las personas aprenden rápidamente los principios de la macrobiótica y se lo pueden llevar a casa, aprenden viendo cocinar los platos y también cocinando ellos mismos las recetas propuestas.

>> Para aquellos que quieran profundizar en la macrobiótica tenemos los ciclos 2 y 3, que forman parte del nivel 1 de macrobiótica, aquí explicamos más en profundidad en qué consisten las bases de la macrobiótica, el yin y el yang, las 5 transformaciones, diagnóstico facial, etc. y a nivel de cocina se aprende a cocinar para las 4 estaciones, se ve cómo hacer recetas para personas enfermas e incluso hay un seminario fantástico de cocina gastronómica donde se descubren platos deliciosos y muy saludables. Cuando se acaba el nivel 1 nuestros alumnos nos cuentan que entienden muy bien cómo adecuar sus necesidades diarias a la cocina, para ellos y para sus familiares.

>> Para las personas que quieran conocer la parte más medicinal de la macrobiótica tenemos los niveles 2 y 3. En ellos se aprende exhaustivamente cómo aplicar la macrobiótica a la salud, desde la parte física y emocional de las 5 transformaciones, se profundiza más en el diagnóstico, se complementa la macrobiótica con conceptos de Medicina Tradicional China para entender mejor cómo se produce la enfermedad, etc. Al final del nivel 2 los alumnos se convierten en Health Assistants, personas que saben cómo ayudar a las personas enfermas en su camino a la salud, de la mano de un consultor macrobiótico. Para aquellos que quieran dedicarse profesionalmente a la labor de consultor, el nivel 3 les proporciona las herramientas necesarias, no sólo a nivel de macrobiótica, sino también a cómo trabajar con pacientes, para ello usamos técnicas de coaching que ayudan en la consulta.

>> Y para aquellos que quieren temas muy concretos, tenemos diferentes monográficos muy interesantes; un curso de repostería para relamerse de gusto sin usar azúcar, lácteos ni huevos. Un curso llamado DETOX para depurar y eliminar peso de forma equilibrada y saludable. También un curso para las mujeres, cómo mejorar su salud desde el lado femenino.

[Pincha en el mapa para ver los diferentes cursos que ofrece ESMACA]

MARIO: ¿Qué le recomendarías a alguien que no sabe nada de macrobiótica pero que le gustaría aprender? ¿Y a quien ya sabe algo y le gustaría profundizar?

DANI: Pues le recomendaría que se apuntara a un curso, hay diferentes escuelas y personas que dan cursos a lo largo de España. En mi experiencia empecé leyendo libros pero no acababa de entender cómo realmente funcionaba la macrobiótica. Una inversión a corto plazo puede dar resultados impresionantes.

>> Y para aquellos que ya saben y quieren profundizar lo mismo, estudiar en una escuela macrobiótica. Ya no sólamente tiene que ver con lo que aprendes de los profesores, es la experiencia de compartir con otros alumnos lo que al final te hace avanzar.

MARIO: Desde el blog intento promover una macrobiótica flexible y animo a la gente a modificar recomendaciones de la macrobiótica tradicional si estas no encajan con su experiencia, al fin y al cabo la macrobiótica trata del equilibrio. ¿Qué elementos de la macrobiótica tradicional no han encajado en tu experiencia personal?

DANI: Pues principalmente las prácticas que son inviables en nuestra vida moderna, donde el tiempo para cocinar es limitado y la gente no tiene tiempo para determinadas cosas. Respeto a aquellos que enseñan la macrobiótica de esta manera, pero pienso que para hacerlo de esta manera tendríamos que vivir en una casa de campo….. Se puede vivir desde el equilibrio y jugar con el yin y el yang perfectamente en las ciudades y con otro tipo de prácticas. En la escuela promovemos este tipo de macrobiótica para los tiempos modernos, estamos ayudando a muchas personas con resultados fantásticos y están muy contentos con la vida que llevan ahora.

MARIO: Si alguien nos está leyendo y quisiera más información ¿dónde acudir?

DANI: Pues se puede poner en contacto con nosotros por email a info@esmaca.cat y estaremos encantados en ofrecerle la información que necesite sobre nosotros.

MARIO: Dani, muchas gracias por el tiempo que nos has dedicado y mucha suerte en vuestro proyecto.

DANI: Gracias a ti Mario, un abrazo.

Publicado el Deja un comentario