Durante la última semana he estado leyendo el libro titulado “Manual de Fibromialgia”, el cual está escrito por Vicente Estupiñá e Isabel Ortells, padres de Marta. Marta fue diagnósticada con fibromailgia a la edad de 12 años, aunque llevaba sufriendo dolores desde muy temprana edad.
La fibromialgia es una enfermedad que cursa con síntomas físicos y psicológicos. Es una enfermedad que todavía no entienden. La persona con fibromialgia presenta trastornos de tipo músculo-esqueléctico. Aparecen síntomas como fatiga, dolor en determinados puntos del cuerpo, rigidez en los tendones y músculos. En cuanto a los síntomas psicológicos existe dificultad para dormir, pérdida de memoria, lentitud en el pensamiento, etc. Todos estos datos son datos puramente descriptivos, lo cual no ayuda mucho para la elección de un tratamiento. Desde la medicina alopática aún se desconoce la causa de la fibromialgia.
Isabel Ortells (Maribel), en la página web que tiene sobre el libro y el tratamiento de la fibromialgia nos comenta que cuando una persona con fibromialgia acude a su consulta -pues se ha convertido en nutricionista especializada en enfermedades autoinmunes- ve a una persona cansada, desanimada y con mucho sufrimiento. El tratamiento con la medicina alopática no ha hecho desaparecer el dolor, ha causado un importante gasto económinco y no ha aportado comprensión alguna sobre el problema. En palabras de Isabel, “la fibromialgia es simplemente una intoxicación del organismo. Por tanto, con una buena alimentación conseguimos limpiar intestinos, el hígado y los riñones, así el propio cuerpo hace desaparecer los síntomas de la enfermedad”. La macrobiótica se convierte así en una guía imprescindible para la mejora del estado de salud.
En el prólogo del libro Maribel nos cuenta la odisea de médicos y síntomas que tuvo Marta durante su infancia. Dolores en los pies, en las rodillas, casancio extremo, contracturas musculares, ruturas fibrilares… todo ello era parte de los síntomas que los médicos, mediante numerosas pruebas y medicamentos, no lograban contrarrestar.
Esa trayectoria de infructuosos intentos por parte de la medicina convencional de solucionar el problema, cambiaron el día que los padres de Marta descubrieron dos libros:
- “Los grupos sanguíneos y la alimentación”, del doctor Peter D’Adamo y Catherine Witney. Este libro les guío respecto a qué tipo de alimentos le irían bien a Marta según su grupo sanguíneo.
- “El equilibrio a través de la alimentación”, de la doctora Olga Cuevas Fernández. Les ayudó a corregir algunas ideas equivocadas que tenían sobre nutrición, de forma que les facilitó organizar la dieta, de forma que se aproximase a una dieta macrobiótica orientada a la mejora de la condición de Marta
En ambos libros se hacía referencia a los casos de fatiga crónica y fibromialgia, por lo que su puesta en práctica fue sencilla. Únicamente tuvieron que vencerse los hábitos y gustos antiguos, pero una vez hecho esto, y con la ayuda de familiares y amigas, Marta empezó a disfrutar de lo que comía.
Vicente y Maribel nos proporcionan información nacida de la experiencia con Marta. Fruto de su investigación particular, sentida desde el corazón, con un objetivo claro, abarcándolo con una mente abierta, sin perjuicios para saber qué es lo que funciona y lo que no, independientemente del orden imperante. Encontraréis referencias a Olga Cuevas que aclaran cuestiones generales sobre una dieta sana. Al mismo tiempo, se puede ver como utilizan la teoría de los grupos sanguíneos para sugerir determinadas recomendaciones para cada grupo.
Al final del libro figuran Consejos de Marta que complementan la dieta, a ella le fueron bien:
- Tomar el sol con moderación, diez o quince minutos al día. Sobre todo en verano, pero no al medio día
- Práctica de ejercicio físico de forma regular
- Incluir en la comida tortas de arroz integral
- Acompañar la dieta con una tratamiento de fisioterapia, al menos, durante las primeras semanas
- Recomienda el consumo de regaliz, con moderación, ya que puede ayuda a desintoxicar el hígado
- Evitar, ante todo, café y tabaco
Para terminar la entrada con buen gusto, os dejo con una receta que engrosará la lista de recetas macrobióticas que ya tenéis y que se incluye al final del libro. También escribo el enlace a su página, ya que me da la impresión de que han avanzado mucho en el entendimiento y tratamiento de la enfermedad desde que escribieron el primer libro.
El enlace a su página web: Manual de Fibromialgia
BIZCOCHO DE CALABAZA
Ingredientes:
- 1 vaso leche de avena o soja
- 1 vaso de harina de espelta integral
- 1 huevo
- 2 cucharadas de sirope de arroz
- 2 cucharadas de sirope de arce
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1 kilo de calabaza dulce, asada al horno
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