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Kuzu, remedio macrobiótico por excelencia

En la zona donde vivo existe un remedio tradicional para la diarrea y las molestias estomacales. Consiste en hervir arroz blanco en bastante agua hasta que esta se espesa. Se cuela y el caldo resultante, también llamado “sustancia”, se da al enfermo. Este remedio corta la diarrea y mejora la condición del aparato digestivo en el caso de que esté alterada.

Estudiando macrobiótica aprendí otro remedio para la mejora del aparato digestivo: el kuzu. Su nombre es extraño pero la forma de utilizarlo sencilla. El kuzu proviene de las raíces de un árbol, que al molerlas y lavarlas repetidas veces, y tras un período en que se dejan secar, quedan como pequeñas piedras blancas.

kuzu remedio en macrobiótica
Este es el aspecto que tiene el kuzu cuando lo adquirimos. Viene en bolsitas pequeñas que suelen costar alrededor de 6 ó 7 euros

¿PARA QUÉ SIRVE EL KUZU?

El kuzu sirve en general para tratar los desequilibrios del sistema digestivo. Olga Cuevas, doctora en Ciencias Químicas y especialista en Nutrición y Salud, recomienda el kuzu para los siguiente casos:

  • Para regenerar la flora intestinal. Esto viene muy bien en caso de haber sido tratado con antibióticos durante un tiempo. Los antibióticos destruyen la flora intestinal, dificultando así la absorción de los nutrientes
  • Para ayudar a “descargar” al hígado. Esto hace mejorar condiciones como dolor articular, hepatitis, cirrosis y alcoholismo
  • Para desinflamar los intestinos y mejorar así los síntomas que pueda provocar dicha inflamación: diarreas, colitis, tifus, enfermedad de Crohn, etc.
  • Para los problemas de pulmón cuyo origen es la debilidad en el intestino grueso, algunos casos de asma y bronquitis
  • Para tratar el alcoholismo, ya que reduce los síntomas de la abstinencia

¿CÓMO UTILIZAR EL KUZU?

En primer lugar disolvemos una cucharadita de kuzu en un vaso de agua. Después lo ponemos a calentar sin dejar de mover. Cuando el agua pasa de blanca a transparente ya lo tenemos listo. Dejamos enfriar unos momentos y tomamos caliente.

Kuzu al cocinarlo en macrobiótica
La macrobiótica te enseña a usar el kuzu. Antes de cocinarlo (arriba), después de cocinarlo (abajo)

Podemos elaborarlo con agua o bien con zumo de manzana si lo queremos dulce. En caso de quererlo con un punto salado podemos añadirle unas gotas de shoyu, o incluso un poquito de pasta de umeboshi. El kuzu también puede usarse en la cocina, principalmente como espesante, pero al resultar muy caro (todo el kuzu en España es de importación) suelo reservarlo para el uso medicinal.

Un remedio macrobiótico muy conocido es el ume-sho kuzu indicado para alergias, anemia, piel atópica, colitis, diarrea, diabetes, fatiga y otros desórdenes. Michio Kushi y Alex Jack afirman que “esta bebida fortalece la sangre, promueve la buena digestión y devuelve la energía”. Dan las siguientes instrucciones para su elaboración:

  1. Disuelve una cucharadita de kuzu en 2-3 cucharadas de agua. Añade al kuzu disuelto 1 vaso de agua
  2. Pon a hervir el agua con kuzu. Mueve constantemente hasta que el agua sea transparente
  3. Añade media ciruela de umeboshi o media cucharadita de pasta umeboshi. Baja el fuego al mínimo
  4. Añade varias gotas de shoyu y mueve suavemente
  5. Hierve 2-3 minutos a fuego lento y sirve. Tómalo mientras aún esté caliente
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Taller de alimentación anticáncer en Elche, 27 Octubre

Alimentación anticáncer y macrobiótica

Me complace anunciaros la celebración en Elche del primer taller de alimentación anticáncer impartido por la doctora Odile Fernández. Su estilo es sencillo y claro, dejando ver las razones del porqué hablar de la alimentación cuando alguien es diagnosticado con cáncer.  Existen multitud de estudios que respaldan la relación entre cáncer y alimentación, y sin embargo esta relación no se refleja en nuestras visitas al oncólogo.

Odile tuvo que aprender esta relación por si misma cuando el diagnóstico de un cáncer la llevó a concentrar sus esfuerzos en saber qué hacer para superarlo. De estos esfuerzos surgieron sus “recetas anticáncer” y no sólo recetas de cocina sino de otros factores incluidos en el estilo de vida: ejercicio físico, hábitos mentales, métodos de cocina, etc. Después de superar su propio cáncer Odile decidió compartir lo aprendido con la gente. En su libro “Alimentación Anticáncer dice lo siguiente acerca de su deseo de compartir:

Quiero contaros lo que sirvió para mí con el deseo de que sirva para vosotros. Quiero transmitiros los conocimientos adquiridos durante este tiempo y los que día a día sigo adquiriendo. Dicen que lo que no se da se pierde.  Yo no quiero que se pierda  mi experiencia, si esta  puede ayudar e infundir esperanza a otras personas. Quiero contaros lo que a mí me habría gustado que me contasen cuando me dijeron que tenía cáncer. Toda la información que yo no recibí y tuve que buscar quiero que vosotros la tengáis. Habrá personas que pensarán que esto es una tontería y lo que me curó fue la quimio y otras, entre ellas yo, que pensarán que el pensamiento positivo, el deseo de sanar y la alimentación obraron el milagro. No sé que me curó, pero lo importante es que estoy aquí con muchas ganas de vivir y de disfrutar del día a día con mi familia, exprimiendo al máximo todas las oportunidades que me da la vida.

Los descubrimientos científicos acerca de la dieta y el cáncer coinciden con muchas de las recomendaciones que difunde la macrobiótica. Algunas de estas recomendaciones son evitar el consumo de ciertos alimentos como azúcar, alimentos procesados, un exceso de carne y productos lácteos. Por otro lado se recomienda el consumo de cereales integrales, legumbres, semillas, fruta y verdura. Debido a estas coincidencias la labor de un consultor macrobiótico puede representar una ayuda fundamental para la organización y diseño de una dieta anticáncer.

Para más información acerca de Odile Fernández podéis leer la entrevista que mantuvimos con ella en la entrada Alimentación anticáncer, entrevista a Odile Fernández

Si estás interesado en inscribirte al taller puedes llamar a los números que aparecen en la imagen o bien escribir al correo mariolopezpomares@gmail.com

 

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Remedios macrobióticos para el estreñimiento

atasco en intestinos y macrobiótica
La macrobiótica te da soluciones naturales para los atascos

En la entrada titulada “Estreñimiento según la macrobiótica” escrita hace unos meses, se describía los dos tipo de estreñimiento que reconoce la teoría macrobiótica (estreñimiento tipo yin y estreñimiento tipo yang) y además se ofrecían recomendaciones generales para aumentar la frecuencia con la que vamos al baño. En esta entrada ampliaremos los remedios macrobióticos que podemos utilizar como solución puntual.

Los remedios macrobióticos son preparaciones elaboradas con la intención de equilibrar una condición. Por ejemplo: estoy estreñido, tomo algo para estarlo menos; estoy con diarrea, tomo algo para no tener tanta; me duele la cabeza tomo algo para que no me duela, etc. No son medicamentos sino alimentos tomados con la intención de compensar nuestro estado de tal forma que corrija síntomas molestos.

Una vez pregunté a una profesora experimentada si los remedios macrobióticos harían efecto en una persona que llevase una alimentación convencional. Me dijo que le harían menos efecto, pues su organismo habría perdido la capacidad de respuesta a remedios naturales. Tiene sentido, ya que de la misma manera que somos menos sensibles a los sabores naturales cuando comemos “de todo”, nuestro organismo será menos sensible a los efectos que de forma natural ciertos alimentos provocarían en él. En definitiva,  cuanto más natural sea nuestra dieta más efecto tendrán los remedios macrobióticos.

Para el estreñimiento tipo yin (falta de fuerza en los intestinos) podemos preparar los siguientes remedios:

  1. Una pequeña taza de Ume-sho kuzu o Ume-sho bancha todas las mañanas durante 10 días; después tomar 2-3 veces a la semana durante otras 3-4 semanas
  2. Cocinar  soja negra con kombu y daikon seco. Puedes tomar un bol una vez al día durante 1 semana
  3. Una pequeña cantidad de verdura cocinada con el estilo kinpira todos los días

Para el estreñimiento tipo yang (los intestinos están rígidos) podemos preparar:

  1. Verdura cruda en forma de ensalada
  2. Zumo de manzana templado
  3. Gelatina de fruta preparada con copos de agar-agar

Para los casos urgentes podéis probar con aceite de sésamo -4 cucharadas- con un poco de shoyu y jengibre rallado. Se calienta y se toma templado. Otros medios como medicamentos y enemas podrían usarse puntualmente, pero evitar utilizarlos de forma regular ya que podríamos hacernos dependientes de ellos.

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Aceite de sésamo + shoyu + jengibre = remedio macrobiótico de urgencia para el estreñimiento

La macrobiótica nos ofrece soluciones a ciertos trastornos como el estreñimiento, pero estos remedios implican una condición previa: comer de forma natural para que lo natural nos haga el efecto deseado cuando lo necesitemos.

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Alimentos alcalinizantes en macrobiótica

tabla alcalino-ácida en macrobiótica
La macrobiótica prefiere los alimentos alcalinos porque compensan la gran cantidad de alimentos acidificantes de la dieta convencional

En la entrada publicada el 20 de septiembre, Alimentos acidificantes en macrobiótica,  enumeramos una lista de alimentos cuyo consumo frecuente acidificaba el organismo. En la entrada de hoy daremos una lista de los alimentos que provocan el efecto contrario: alcalinizar el organismo.

En macrobiótica se ensalza el valor de los alimentos alcalinos, no porque sean mejores que los acidificantes, sino porque compensan la gran cantidad de alimentos acidificantes que se consumen en la dieta convencional: el pan blanco, el azúcar blanco, la pasta, la carne, el pescado, los huevos, los quesos, los dulces, los refrescos, el café, etc. Siguiendo la forma de pensar macrobiótica, en la cual en el equilibrio está la salud, el aumento del consumo de alimentos alcalinizantes equilibraría el alto consumo de los alimentos acidificantes.  No es necesario decir que un abuso de alimentos alcalinos sería igual de perjudicial que un abuso de alimentos acidificantes.

Según Christopher Vasey en su libro “La importancia del equilibrio ácido-básico”,  los principales alimentos que alcalinizan nuestro organismo son:

  • Patatas
  • Hortalizas verdes, crudas o cocidas
  • Hortalizas coloreadas: zanahoría, remolacha (excepto el tomate)
  • Maíz
  • Leche, nata, mantequilla
  • Plátanos
  • Almendras
  • Castañas
  • Uvas pasas, los dátiles
  • Aguas minerales alcalinas
  • Bebidas de almendra
  • Aceitunas negras conservadas en aceite
  • Aguacate
  • Aceites de primera presión en frío
  • Azúcar integral

Estos alimentos son alcalinizantes porque no contienen sustancias ácidas y porque al ser metabolizados en el organismo no producen ácidos.

Alguien familiarizado con la cocina macrobiótica puede quedar sorprendido al comprobar que alimentos como la leche, el queso, la nata, la mantequilla y el azúcar integral están considerados alcalinizantes. Respecto a ello Christopher Vasey apunta que NO son alimentos alcalinizantes en sí mismos, pero que tomados con moderación no acidifican. Esto quiere decir que si tomásemos a menudo estos alimentos al final SÍ producirían un organismo ácido.

col rizada macrobiotica
Las verduras de hoja verde nos transmiten ligereza, frescura y alcalinizan nuestro organismo

La principal fuente de alimentos alcalinizantes son las verduras, tanto verdes como coloreadas. Esto me recuerda lo aprendido en Kushi Institute en Becket. Allí en todas las comidas estaban presentes los “greens”, es decir, las verduras verdes que se servían escaldadas. En ningún otro sitio había visto que se pusiese tanto énfasis en  las verduras de hoja verde. Mi experiencia me dice que comer de esta manera las verduras le da a uno una cualidad de ligereza y frescura, cualidad por la que destacan las hojas verdes. Eso sí, no pasarlas cuando las cocinéis, sino se irá esa cualidad tan preciada. Escaldarlas muy poco tiempo, de forma que crujan al morder (acelgas 30 seg; zanahoria 2min; brocoli sacarlo cuando el agua empiece a hervir).

En cuanto a las aguas serán alcalinas las que tengan un pH superior a 7. En España algunos ejemplos de este tipo de aguas son las siguientes marcas: Panticosa (pH 9.3), Aguavida (pH 8.8), Solares (7.95), Neval (7.59)

Es útil saber qué alimentos son acidificantes y alcalinizantes porque si sospechamos tener una de estas dos condiciones podremos compensarlas con los alimentos del grupo opuesto. Un consultor macrobiótico podría ayudarnos en esta labor y prescribir las recomendaciones más oportunas para cada caso.  No censurar un alimento porque esté en la lista de los alimentos prohibidos, pues lo prohibido estará en función de la condición particular de cada persona y ésta por definición es cambiante.

 

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Alimentos acidificantes en macrobiótica

Escala-del-pH en macrobiótica
Existen alimentos ácidos y alimentos alcalinos, una alimentación macrobiótica favorece el equilibrio

En macrobiótica solemos oir con frecuencia “No comas esto o aquello porque acidifica la sangre”. ¿Qué quiere decir esto?  ¿Es bueno o malo? ¿Qué alimentos acidifican la sangre?

En primer lugar tenemos que señalar que los alimentos no acidifican la sangre sino los órganos y tejidos circundantes, ya que si  el nivel de ácido de la sangre variase aunque fuese un poco las consecuencias serían fatales. Por tanto hemos de corregir la expresión popular de “Esto acidifica la sangre” por “Acifica el organismo”.

Todas las sustancias que constituyen el organismo pertenecen al grupo “ácido” o al grupo “alcalino”, como si se tratase del Barça y del Madrid, o eres de uno o del otro. Para indicar cuántas sustancias ácidas y alcalinas hay en el organismo se utiliza una escala que va del 0 al 14, a la cual se le llama pH. Si todas las sustancias del cuerpo fuesen ácidas el pH sería igual a 0. Si todas las sustancias del organismo fuesen alcalinas el pH sería igual a 14. Se sabe que para que el cuerpo funcione a las mil maravillas la cifra de esta escala ha de ser de 7,35. Esta cifra puede variar en función de lo que comemos y hacemos.

ALIMENTOS ACIDIFICANTES

Si nuestra dieta está en su mayoría compuesta por alimentos acidificantes nuestro organismo tendería a tener un pH menor de 7.35, lo cual dificultaría muchos de los procesos que llevan a cabo en él (p.ej. nuestro sistema inmune trabaja peor si el pH es inferior a 7,35).

¿Qué alimentos acidifican el organismo?  Estos son algunos ejemplos:

  • Carne, embutidos, pescado, marisco
  • Huevos
  • Quesos, sobre todo los quesos fuertes
  • Cereales, tanto integrales como refinados
  • Pan, pasta, copos
  • Legumbres
  • Azúcar blanco y dulces en general
  • Frutos secos (excepto la almendra)
  • Refrescos, café, té, cacao, vino

Los alimentos ricos en proteínas como los tres primeros grupos son acidificantes ya que al metabolizarlos se generan aminoácidos pero también porque de su metabolismo se derivan desechos, como por ejemplo el ácido úrico al digerir carnes animales, que contribuye a aumentar la acidez del organismo. En una alimentación macrobiótica su consumo es ocasional, por lo que no habría problema.

En el caso de los cereales su efecto acidificante aumenta cuando se quedan a medio digerir. El almidón contenido en los cereales ha de degradarse hasta llegar a comvertirse en muchas moléculas de glucosa. Cuando este proceso se queda a medias, muchas veces motivado por una sobrealimentación, el organismo se acidifica pues las sustancias intermedias son ácidas. Un consejo para quienes consumimos muchos cereales sería el no sobrepasarse en las raciones.

Las legumbres,  también alimento típico en la cocina macrobiótica, también tiene un efecto acidificante. Las purinas que contienen son transformadas en ácido úrico para ser eliminadas. Lo mismo ocurre con los estimulantes como el café, el té y el cacao.

Los frutos secos (nueves, avellanas, semillas de calabaza, girasol o sésamo) pertenecen al grupo acidificante debido a su alto contenido en grasas, proteínas, fósforo y azufre.

Pero entonces… ¿Qué hay que hacer? En macrobiótica decís que hay que tomar muchos cereales (50%), verduras (25-30%), legumbres (10%), semillas… ¿Las sigo tomando si su efecto es acidificante?

No es necesario eliminarlos de nuestra dieta, únicamente tendremos que tomar en cuenta algunos puntos:

  • No ingerir grandes raciones de cereales en una comida, de modo que la digestión pueda llevarse acabo de forma completa. A excepción del mijo, el resto de cereales son acidificantes.
  • Tomar las legumbres en pequeñas cantidades. Las opiniones al respecto son contrarias. Andreas Moritz en su libro “Los secretos eternos de la salud” recomienda tomar no más de 1 ó 2 veces por semana, mientras que la macrobiótica tradicional y consultores modernos recomiendan tomar pequeñas cantidades pero todos los días. Yo  tomo habitualmente, 3-4 veces semana pero en pequeñas cantidades, no el típico plato de potaje o lentejas (si tomo alguno de esos lo hago 1 día a la semana).
  • Controlar que la cantidad de alimentos acidificantes no sea superior a la de alimentos alcalinizantes. En próximas entradas expondremos qué alimentos son alcalinizantes.
  • Utilizar condimentos alcalinizantes como la sal marina sin refinar, el tamari o las algas. Un condimento muy popular en macrobiótica que podría servir para tal propósito sería el gomasio, compuesto de sal y semillas de sésamo tostadas, preparado normalmente con una proporción de 1:16.

 

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