El viernes pasado comenzó en Elche (Alicante) una serie de actividades dedicadas a la alimentación macrobiótica. En las semanas siguientes seguirán las actividades, tratándose temas como el cáncer de mama, la diabetes o la perdida de peso. También existirá la posibilidad de realizar un taller de cocina para introducirse en la alimentación natural y macrobiótica.
FIBROMIALGIA Y ALIMENTACIÓN
La primera charla estuvo dedicada a la relación entre la fibromialgia y la alimentación. La fibromialgia es una enfermedad de origen desconocido de la que ya hemos hablado en varias ocasiones en este blog. Puedes informarte sobre ella en los posts:
Para esta entrada he “recortado” parte de la charla impartida; aquí podéis ver algunas de las diapositivas y un vídeo que fue visionado por los asistentes. [Pincha en las flechas para ir pasando por las diferentes partes de la mini-presentación].
También se ofreció información valiosa para el tratamiento de la fibromialgia a través de la alimentación. Un ejemplo de la misma fue la enumeración de aquellos alimentos con un efecto inflamatorio sobre el organismo. Los alimentos que promueven la inflamación pueden intensificar los molestos síntomas de la fibromialgia.
ALIMENTOS QUE INFLAMAN EL ORGANISMO Y QUE HABRÍA QUE EVITAR
La carne, especialmente la que es rica en grasa.
Los lácteos, especialmente los enteros.
El azúcar, ya que provoca la liberación de insulina en la sangre. Una presencia continua de insulina en la sangre, debido a un consumo continuado de azúcar, favorecería la inflamación en el organismo.
Los productos elaborados con harinas refinadas como el pan blanco y la bollería, por la misma razón anterior.
Los aceites de soja, maíz y girasol, por su alto contenido en omega 6, el cual se transforma en el organismo en leucotrienos, sustancias inflamatorias.
Las solanáceas: berenjena, tomate, pimiento y patata. Por contener solanina (un alcaloide) cuyo efecto en el organismo, aunque sea en pequeñas cantidades, podría aumentar la incidencia de algunos síntomas.
Los aceites hidrogenados o parcialmente hidrogenados (grasas trans) presentes en la bollería industrial, las galletas, las patatas fritas industriales, las margarinas y otros alimentos procesados. Recientemente este tipo de grasas se ha relacionado con el aumento de riesgo a padecer algunos cánceres y también con otros trastornos como la depresión.
La macrobiótica se manifiesta a través de los hábitos. Nuestros hábitos nos pueden permitir gozar de un espíritu vital y alegre y una salud a prueba de bombas, o por el contrario pueden mantenernos estancados en el malestar y la falta de una salud plena. Muchas veces sabemos lo que hay que hacer, pero no lo hacemos. ¿De qué sirve saber de macrobiótica y comida sana si no lo ponemos en práctica? ¿Cómo vencer a los hábitos que nos lo impiden?
Hace varios meses una amiga me recomendó el blog ZenHabits (¡gracias Núria!). El blog es muy sencillo; entradas cortas, sin fotos ni vídeos, pero con un texto directo y práctico. En él su autor, Leo Babauta, escribe periódicamente sobre los hábitos, el dominio de los cuales le ha permitido alcanzar el éxito en varias facetas de su vida. Un ejemplo de ello es esta larga lista de logros:
Dejar de fumar (18nov de 2005)
Convertirse en corredor
Correr varios maratones y triatlones
Caminar temprano
Ser organizado y productivo
Comer más sano
Ser vegetariano
Triplicar los ingresos
Escribir una novela y un libro
Eliminar sus deudas
Simplificar su vida
Perder peso (más de 18 kilos)
Escribir varios bestseller
Empezar un éxitoso blog (entre los 25 mejores según la revista TIME)
Empezar un segundo blog para escritores y bloggers
Crear un blog sobre minimalismo
Vivir sin coche
Leo es un experto de los hábitos. Imaginemos que llevamos un tiempo queriendo comer sano pero no lo conseguimos ¿qué nos diría Leo?
Con la intención de encontrar una respuesta me zambullí en su blog y busqué. Unos minutos después ya lo tenía. Su respuesta era una entrada completa dedicada a las razones que nos impiden comer sano. A continuación os dejo la traducción al español de dicha entrada. Para quien quiera leerla en inglés aquí va el enlace: “Why You Can’t Eat Healthier“.
Mucha gente lo pasa mal cuando intenta seguir una dieta más sana y no entiende qué está pasando.
Yo era una de esas personas: 30 kg más pesado y adicto a la comida basura. Me decía a mi mismo muchas veces que iba a empezar una dieta, incluso compraba montones de comida “nueva” para encontrarme días más tarde picando patatas fritas, tomando cafés con leche condensada y comiendo galletas.
¿Por qué? Porque usaba toda esta comida para satisfacer muchas de mis necesidades y renunciar a la comida significaba que ya no iba a tener forma de lidiar con las cosas difíciles.
La comida, para la mayoría de las personas, es un modo de hacer frente a las cosas. Por tanto, si queremos cambiar nuestros hábitos relacionados con la comida, hemos de encontrar nuevas formas de afrontar esas cosas.
Algunos ejemplos de como usamos la comida para hacer frente a las cosas:
Comemos cuando estamos estresados. Si cambias a una dieta más sana, ¿cómo harás frente al estrés? Necesitas saber nuevas estrategias de afrontamiento.
Comemos cuando estamos tristes o deprimidos. ¿Cómo podemos aprender a lidiar con estas emociones de una manera sana?
Comemos como si de un premio se tratase, cuando hemos hecho algo bueno. En vez de eso ¿cómo podemos premiarnos?
Comemos para socializarnos. ¿Cómo socializarse sin comida?
Comemos porque estamos aburridos. En vez de eso ¿cómo podemos lidiar con el aburrimiento?
Comemos porque estamos enfadados. ¿Cómo podemos afrontar nuestro enfado en vez de usar la comida cuando estamos inmersos en una pelea?
Comemos por placer. ¿Hay maneras sanas de encontrar placer que podamos usar en vez de usar la comida?
Comemos por amor. Frecuentemente igualamos comida con amor (nuestras madres han podido darnos comida amorosamente desde pequeños, o nuestro amante usó la comida para engatusarnos), y por tanto el comer se vuelve un sustituto para el amor. ¿Dónde podemos encontrar amor?
Y todas estas cosas (y más) son necesidades reales. Todos nosotros necesitamos amor y placer y premios y formas de hacer frente al estrés, al aburrimiento, a la tristeza, la soledad, el enfado y la frustración. Para muchos de nosotros la comida se ha vuelto la forma automática de cubrir todas esas necesidades -y no podemos deshacernos simplemente de la comida sin encontrar un sustituto más sano. Si lo hacemos caeremos rápidamente en nuestro viejo hábito.
Me llevó años comprender esto y construir lentamente hábitos nuevos y más sanos para hacer frente a todas estas necesidades. Pero puedo decir honestamente que lo he hecho y que es posible. ¿Pienso todavía en comida cuando me siento solo, triste o estresado? Por supuesto. Pero ahora he desarrollado conscientemente algunos mecanismos de afrontamiento que funcionan mejor para mi y estoy mucho más sano, delgado y en forma como resultado.
Algunas cosas que han funcionado para mí:
EJERCICIO – una excelente manera para afrontar el estrés, el aburrimiento y el enfado. Después de un tiempo, correr incluso puede ser placentero y suponer una recompensa. [Aprende otras razones para practicar ejercicio físico en “¿Por qué actividad física en una vida macrobiótica?“]
MEDITACIÓN – una buena forma de aprender a lidiar con todo tipo de emociones.
TÉ – también una gran forma para combatir el estrés, el aburrimiento, el enfado, pero para mi un magnífico premio y una fuente de placer.
GENTE – He aprendido a recibir el amor de mis amigos y familia, y servirme de ellos para tratar mis emociones más difíciles -hablando con ellos, comprendiéndolas con ellos, simplemente compartiendo tiempo con ellos.
LIMPIAR – ordenar, limpiar el polvo o barrer prestando atención; una gran forma para afrontar conscientemente el estrés, aburrimiento, enfado, etc.
SOLEDAD – Considero la soledad una magnífica forma de hacer frente a las emociones difíciles (aprendes a comprender tus problemas en vez de evitarlos comiendo), y la soledad también puede ser una recompensa.
Estas son sólo algunas ideas; lo que funcione para ti puede ser muy personal. La cuestión es saber lo que tú harías de antemano -antes de que la necesidad surja o sino será demasiado tarde – y entonces aprender a darte cuenta de lo que provoca tu malestar al mismo tiempo que sucede. Cuando ocurra algo que te hace sentir mal, muy conscientemente pon en práctica los nuevos hábitos en vez de los viejos. Te llevará un tiempo formar un nuevo hábito, especialmente porque tú lo olvidarás algunas veces, pero recuerda mi mantra: “Todos nosotros estamos aprendiendo”. Y ten paciencia contigo mismo.
La comida se ha convertido en muchas cosas para nosotros, como personas individuales y como sociedad. Con ella nos socializamos, celebramos vacaciones, vemos deporte, mostramos amor, encontramos consuelo, lidiamos con el dolor. Y aún así no es siempre saludable: nos ponemos más y más gordos a causa de esta adicción. Es el momento de replantearnos nuestra principal estrategia para afrontar las cosas y amar.
Debo anotar que esta idea es la misma para otras adicciones: morderte las uñas, fumar, drogas, alcohol, etc. Nosotros las usamos como muletas para hacer frente a nuestras necesidades, pero para vencerlas necesitamos encontrar métodos más sanos de afrontar y satisfacer nuestras necesidades.
En la época universitaria mi hermano y yo volvíamos a casa cada fin de semana y contábamos a nuestros padres los nuevos conocimientos adquiridos. Recuerdo a mi madre responder con frecuencia a nuestros apasionados relatos: “Pero… ¿hay gente que trabaja para demostrar eso?” Esa respuesta surgía cada vez que le contábamos que la ciencia había demostrado algo evidente, por ejemplo, que el ejercicio ayuda a perder peso y aumenta el bienestar. Hoy me arriesgo a volver a oír la misma respuesta de mi madre, pues vamos a ver como la ciencia demuestra que los hábitos de vida influyen en nuestra longevidad.
Recientemente acudí al evento especial que cada año celebra el Hotel Sha Wellness Clinic, próximo a Altea. El Sha es un hotel pionero que basa su catering exclusivamente en la macrobiótica. El objetivo principal del centro es la recuperación y mantenimiento de la salud de sus clientes. También están disponibles los servicios de un consultor macrobiótico, clases de cocina y charlas sobre alimentación y salud. La invitada estrella del evento fue María Blasco, científica española reconocida a nivel mundial por sus investigaciones sobre cáncer y envejecimiento, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y poseedora de un gran número de premios que reconocen su labor investigadora. María Blasco nos vino a hablar de su tema principal de investigación: los telómeros y la telomerasa y su relación con el envejecimiento y el cáncer.
¿QUÉ SON LOS TELÓMEROS Y LA TELOMERASA?
En cada una de nuestras células existe material genético, es decir, un paquete de instrucciones que le dice a la célula qué tiene que hacer y en qué momento. La información genética se agrupa en cromosomas (con forma de x) en cuyos extremos existen unas fundas o envoltorios llamados telómeros y que sin ellos se produciría la muerte celular. Cada vez que la célula se divide la longitud de estos telómeros disminuye. Conforme pasan los años nuestros telómeros son más cortos, lo que lleva al envejecimiento.
En 1985 se descubre la telomerasa, una proteína que reconoce los telómeros y es capaz de alargarlos de nuevo. La telomerasa está activa en el período embrionario, de manera que se alargan los telómeros que heredamos de nuestros padres y podemos así empezar nuestra vida de cero. Pero después de nacer, la telomerasa se detiene y a medida que las células se van dividiendo los telómeros se acortan y envejecemos.
La pregunta que se hace la ciencia y que personas como María Blasco intenta responder es si sería posible volver a activar la telomerasa, porque en ese caso se detendría el envejecimiento. Pero esta cuestión no está libre de problema, ya que se ha comprobado que si activásemos la telomerasa también aumentaría el riesgo de cáncer. De hecho, en las células cancerígenas la telomerasa sí que está activada. ¿Cómo activar la telomerasa sin que llegue a producir cáncer? Esa es otra pregunta cuya respuesta nos deparará el futuro.
Para comprender aún mejor qué son los telómeros y la telomerasa puedes ver el siguiente video.
¿QUÉ ACORTA A LOS TELÓMEROS?
Dejemos por el momento el asunto de la activación de la telomerasa en manos de los científicos y centrémonos en la longitud de los telómeros. Sabemos que telómeros más largos indican que el organismo es más joven, y por tanto menor probabilidades de morir a temprana edad y/o tener problemas de salud como por ejemplo accidentes cardiovasculares o enfermedades neurodegenerativas. Entonces, sería lógico preguntar qué es lo que retrasa o aumenta la velocidad a la que se acortan telómeros. María Blasco responde de forma rotunda a esta pregunta:
Sabemos que los hábitos de vida inciden de una manera muy directa en la velocidad a la que se acortan los telómeros. Por ejemplo, el estrés percibido hace acortar los telómeros; incluyendo el estrés que sentimos de pequeños o incluso el estrés sentido por nuestra madre durante el embarazo.
En esta misma línea, Elizabeth Blackburn, la descubridora de los telómeros, en una entrevista para el períodico La Vanguardia, afirma que la dieta, el ejercicio físico y la ausencia de estrés, contribuye a retrasar el ritmo al que se acortan los telómeros.
El programa de Redes de Rtve también hace eco del papel del estrés en el acortamiento de los telómeros (ver video).
Un mismo mensaje aparece de distintas formas. Los estudios científicos sobre la telomerasa corroboran lo que descubrimos a través del estudio de las poblaciones centenarias (hablamos de ello en: Longevidad, consecuencias de una vida macrobiótica) o a través del estudio de los radicales libre (hablamos de ello en: Menos carne y más vida con macrobiótica). Determinados hábitos de vida como una dietamacrobiótica (basada en plantas, sin productos procesados ni refinados, etc.), la práctica de ejercicio físico de forma regular y el tener una mente en calma, libre de estrés y preocupaciones, nos alargan la vida y nos mantienen alejados de enfermedades cardiovasculares, el cáncer o el alzheimer.
Jamie Oliver no es un cocinero macrobiótico. De hecho en su cocina utiliza a menudo mantequilla, azúcar, carne, nata,… pero aún así tiene un carisma y una energía a la hora de explicar un plato que lo hacen interasante y divertido. A menudo lo veo, no para recibir información culinaria, sino para captar esa forma de desenvolverse en la cocina. Quien esté interesado en verlo en acción puede acceder a su página web (pinchar en su nombre al principio de la entrada). Quien no domine el inglés puede buscar “jamie oliver en español” en Youtube. Jamie enriquece nuestra cocina macrobiótica con nuevas ideas, recetas y forma de estar en la cocina.
Uno de los platos de Jamie Oliver está muy presente en mi menú semanal y es a él al que me gustaría dedicar las siguientes líneas. Su nombre: salmón escalfado. La versión que presento aquí es una adaptación macrobiótica de su receta original, la cual podéis encontrar en el libro “Cook with Jamie” de la editorial Penguin Books.
Escalfar consiste en sumergir los alimentos en agua hirviendo. Es un método muy sencillo y rápido. Para crear platos escalfados lo bueno es que podemos darle sabor al agua hirviendo previamente unas verduras, añadiendo algunas especias, miso o tamari. Veamos como preparar el salmón escalfado para 2 personas.
INGREDIENTES:
2 zanahorias peladas y partidas a rodajas
1 nabo pelado y cortado a dados
1 rama de apio partida a dados
1 cucharadita de tomillo
1 rama de perejil
1 trozo de jengibre fresco
1 cucharada de mugi miso fresco, o bien 1-2 cucharadas de tamari o shoyu
2 rodajas de salmón (200 grs. cada una aprox.)
1 cucharada de algas variadas
agua, 3 ó 4 tazas de 250ml
aceite de oliva, 1 cucharada
ELABORACIÓN:
(1) Pon en un cazo el agua y añade todos los ingredientes excepto el miso y el salmón; (2) Hervir a fuego medio durante 10-15 minutos; (3) Incorporar las rodajas de salmón de manera que queden sumergidas en el agua y hervir entre 3-5 minutos; (4) Disolver el miso en un vaso con un poco de líquido del cazo. Añadir a la sopa. Reducir el fuego al mínimo y esperar 3 minutos; (5) Apagar el fuego y servir con un poco de perejil picado y limón para añadir según gustos
NOTAS PERSONALES
Desde que conocí la receta y la transformé a su forma macrobiótica la he preparado en infinidad de ocasiones. Aquí van algunas de las razones por las que creo que sigo repitiendo (a ver si os convenzo):
Es rápido de preparar. Pelar y cortar la zanahoria, el nabo y el apio lleva muy poco tiempo. El resto de ingredientes está prácticamente listo. La verdura hierve unos 10 min, el salmón 5 como mucho y el miso 3. Es decir, que en 20 minutos el plato está acabado.
Es un plato que calienta e hidrata al mismo tiempo. Bueno para el invierno o cuando se tiene frío (cuando el invierno va por dentro).
El pescado cocinado de esta manera no huele, nuestros vecinos pueden estar tranquilos.
Podemos utilizar gran variedad de pescados. No sólo puede prepararse con salmón; ayer mismo lo preparé con emperador. También lo he probado con sardinas, con caballa y con pescadilla y los resultados son igual de buenos.
El pescado queda jugoso. No existe el peligro de pasarlo y que quede demasiado seco.
También podemos variar la verdura, por lo que no es necesario tener todos los ingredientes en el momento en que se te ocurre hacerla. En vez de zanahorias o nabos puedes utilizar puerro y/o brocoli por ejemplo.
“Date algo de tiempo, de 6 a 9 meses, y entonces conocerás la verdad del asunto”
John Kozinski
Hoy conoceremos al consultor macrobiótico John Kozinski. Para ello nos serviremos de una entrevista realizada en 2009 por The Macrobiotic Guide, una página web que desde 1998 sirve de ayuda a todo aquel que esté interesado en la macrobiótica. Hablaremos de esta página más extensamente en futuras entradas, ahora dejo paso al video de la entrevista seguido de su transcripción (no literal en algunos de los pasajes para facilitar su lectura).
JK [John Kozinski]: Hola mi nombre es John Kozinski, soy profesor de macrobiótica y consultor. Viajo por los EEUU y enseño en el Instituto Kushi. He estado pasando consulta durante los últimos 30 años. Empecé con la macrobiótica hace 35 años. No tenía problemas de salud, sólo estaba interesado en el desarrollo personal. Leí un libro de George Ohsawa y 2 meses después conocí a Michio Kushi. Desde entonces he estado estudiando junto a él. Empecé a estudiar el camino de la macrobiótica de muchas maneras hace 30 años; pasando consulta y enseñando. He estado siempre enseñando en el Instituto Kushi pero también viajo alrededor de EEUU… Chicago, New York, Connecticut, a veces a nuevos lugares.
TMG [The Macrobiotics Guide]: ¿Cómo ha cambiado la macrobiótica desde que tú empezaste?
JK: Lo que yo he entendido por macrobiótica ha ido cambiando. Al principio estaba más centrado en la filosofía y algo en la salud, posteriormente se ha centrado en la salud. Y creo que ahora mis enseñanzas continúan evolucionando a medida que compruebo lo que funciona para la gente y lo que no funciona. Creo que al principio fui un poco idealístico o ideológico acerca de lo que la gente necesitaba, pero ahora me he vuelto más práctico para entender lo que la gente necesita en cuanto a su dieta y su salud, y básicamente cómo hacerlo en la sociedad moderna. Pienso que el principal cambio es comprender que la macrobiótica es la forma tradicional de alimentarse y de vivir, lo cual es a veces muy diferente a como se nos presenta. Nosotros tenemos que hacer que esa forma tradicional de vivir se ajuste a los tiempos modernos y a las condiciones modernas.
TMG: ¿Cuáles son los retos para la macrobiótica?
JK: Los retos, por supuesto, son cosas simples como el cocinar. Es también cómo entender y cómo aplicar la macrobiótica. Una de las cosas que he visto a lo largo de los años es que la gente piensa que hay una dieta macrobiótica y un estilo de vida macrobiótico, cuando la idea original era que existía una aproximación macrobiótica a la dieta y una aproximación macrobiótica al estilo de vida. Pienso que la gente ha olvidado eso y la gente quiere usar una fórmula pero la fórmula no funciona para la gente, especialmente para la gente que vive en los tiempos modernos. Por tanto, tenemos que ser capaces de enseñar maneras prácticas de cocinar más naturalmente y entender el equilibrio.
TMG: ¿Qué importancia tiene la intuición?
JK: Pienso que la intuición y la lógica son polos yin-yang, por lo tanto tú tienes que usar tu intuición y entonces si tu intución no es correcta tienes que usar tu lógica. Pero creo que lo que es necesario es un mejor entendimiento de los principios del equilibrio, y cómo aplicar cosas como la nutrición, la comida, la energía vital y el estilo de vida. La gente puede usar una buena aproximación lógica y también una aproximación intuitiva, pienso que intuición y lógica son dos polos que nos sirven, pero confiar sólo en tus sensaciones a veces no funciona. Confiar en tu intelecto a veces tampoco funciona. Tú tienes que usar los dos. Pienso que conforme enseñemos mejor los principios del equilibrio, la gente lo entenderá mejor. Los principios del equilibrio se aplicarán para entender mejor la nutrición moderna, que no es a menudo bien entendida. Ha habido momentos en los que la gente ha practicado un estilo de alimentación macrobiótico muy simple, algunos de forma muy rígida, lo que ha llevado a una alimentación deficiente de ciertos nutrientes tras periodos iniciales. Por tanto, nosotros tenemos que entender la nutrición moderna desde los princpios del equilibrio, lo que pienso que es una nueva área.
TMG: ¿Cómo de importante es la medicina china en la macrobiótica?
JK: La medicina china es macrobiótica desde mi punto de vista. La macrobiótica no es japonesa, pero la macrobiótica fue practicada en Japón, en China, en Asia, en India. La medicina tradicional china pienso que es una aproximación macrobiótica, porque para mi una aproximación macrobiótica es una aproximación que utiliza los principios del equilibrio. Por tanto, hay un uso de cosas que vienen de China pero nosotros hemos de actualizarlas. El uso de las plantas medicinales puede ser muy útil pero si la persona sabe usarlas en una forma práctica aplicando los principios del equilibrio. Yo lo he usado un poco y lo he recomendado a otra gente. Hay un lugar para las plantas medicinales, lo ha habido desde hace tiempo. La macrobiótica original, antes de George Ohsawa, y había una macrobiótica antes de George Ohsawa, usaba plantas medicinales; usaba tes, plantas locales,… por tanto pienso que puede ser algo que puede aplicarse, ciertas personas lo están haciendo, lo podemos usar. Yo lo llamo macrobiótica tracicional, macrobiótica asiática. La medicina china era originalmente una medicina macrobiótica.
TMG: ¿Qué importancia tiene la práctica espiritual o conectar con el corazón?
JK: Bien, de nuevo depende de cómo definas la práctica espiritual. Hay gente que lo define como algo muy alejado de este mundo… lo que haces en un monasterio. Una de las cosas que aprendí de Michio Kushi años atrás es que todo es espíritu, todo tiene una cierta esencia, energía o vitalidad. Mucha gente piensa que la espirtualidad te conecta con algo que es más grande que uno mismo y pienso que es importante para la gente hacer una práctica que le conecte con algo que va más allá de ellos mismos y que cambie sus vidas día a día. Sentir tu corazón es para mi algo similar a seguir tu intuición. Es el sentido más profundo de hacer lo que tienes que hacer e ir donde tienes que ir. Me he dado cuenta, y eso lo hemos visto a menudo en las clases, que la gente cuando come mejor y vive saludablemente empieza a estar en contacto con algo dentro de ellos que les guía. Muchas veces hay prácticas útiles para ello como la meditación, otras veces las prácticas organizadas de la religión también pueden ayudar pero depende de la persona.
TMG: ¿Qué crees que NO es macrobiótica?
JK: No ser macrobiótico es no aplicar los principios del equilibrio. La gente intuitivamente puede ser macrobiótico, pero pienso que por ejemplo comer azúcar blanco y otros productos refinados no es macrobiótico si predominan en nuestra dieta diaria. La macrobiótica se basa en los principios del equilibrio y los principios del equilibrio significa que la parte central de nuestra dieta son los cereales y las verduras.
Si vuelves a a las culturas longevas estudiadas en Ecuador, Okinawa,… tienen un sentido intuitivo del equilibrio. [Para saber más acerca de la relación entre longevidad y macrobiótica puedes mirar la entrada “Longevidad, consecuencia de una vida macrobiótica“]. En culturas como China, Japón, India, hablan acerca de la longevidad. Para mi es otra definición de macrobiótica: el camino de la longevidad. Por tanto, no ser macrobiótico es no aplicar los principios del equilibrio. Ello no significa que no puedas tocar algo que no es natural, sólo significa que si aplicas los principios del equilibrio comerás mayormente comida natural con un cierto sentido de equilibrio. Por supuesto, estamos trabajando en ello, por eso decimos que practicamos macrobiótica, no llegamos a la perfección sólo practicamos.
TMG: Un último consejo para la gente que empieza.
JK: Para la gente nueva sugeriría que encuentren algunas guías en algún libro, consultor o profesor para experimentar esto porque entonces puedes experimentar sus beneficios. Para algunas personas las guías de algunos libros podrían ser muy estrictas, quizás necesiten otros alimentos más ricos, incluido más pescado y grasas, pero la dieta básica estará formada por cereales, verduras, legumbres y una pequeña cantidad de otros alimentos como pescado, fruta, frutos secos y semillas. Date algo de tiempo, de 6 a 9 meses, y entonces conocerás la verdad del asunto. Es útil entender como funciona, pero para mi no es más importante que su experiencia.
Para más información sobre John Kozinski puedes visitar su web: macrobiotic.com
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