Para desayunar la macrobiótica recomienda algo fácil de digerir, normalmente algún plato bien cocinado y con abundante líquido.
En esa recomendación encajan dos platos: la sopa y las gachas, y por ese motivo están presentes en la mayoría de los menús macrobióticos.
En cuanto a las gachas podemos irnos a unas gachas básicas, tan básicas que lo único que necesitarás será el cereal, agua y una pizca de sal. A la hora de servir se añade algunas semillas tostadas o plantas aromáticas como perejil o cebollino. Este tipo suelen gustar sólo a los de Esparta, a los más rudos.
Si necesitas algo más de disfrute sensorial, existe otra variante que es la que traigo en esta entrada. Una variante de gachas dulce, con aroma.
Para 4 raciones necesitarás:
1 taza de arroz integral
2 tazas de calabaza, pelada y a dados (300 g aprox.)
5 tazas de agua (1,2 litro aprox.)
Pizca de sal
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 cucharadita de canela en polvo
1/2 cucharadita de nuez moscada
Nueces y melaza de arroz
Por su sabor dulce, puede gustar también como merienda.
NOTAS
[1] Esko, W. (2013). The Big Beautiful Brown Rice Cookbook. New York: Square One Publishers. P. 27
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